No son compatibles, pero podrían tener un romance muy apasionado en el que ambos pondrían toda la pasión necesaria. Se atraen físicamente y en apariencia podrían enamorarse, pero no tendrían ninguna continuidad y pelearían mucho.
Ambos tienen grandes diferencias a nivel afectivo, el «yo tengo» de Tauro no combinaría jamás con el ingenuo «yo creo» de Piscis. Piscis es sensible y muy generoso, además es un signo mutable, es decir que se adapta a cualquier situación y funciona con gran benevolencia al ritmo de la otra persona.
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Un taurino no entendería el sensible corazón pisciano y lo trataría con modos que el Piscis interpretaría como muy fríos. Piscis no es servil, pero su tendencia más fuerte es ayudar a los otros. Su falta de egoísmo total lo separa de cualquier ego que se manifieste y su sensibilidad extrema lo muestra como un ser muy vulnerable y dual ante las seguridades a ultranza que exigiría un taurino. Toritos y peces: no compartan la misma laguna.