Son incompatibles, no tienen atracción sexual y ningún tipo de atracción. Son dos signos que no pueden compartir nada, ni el amor, ni la vida.
Leo es muy avasallante, tiene una fuerte personalidad, fogosa y muy egoísta, necesita ser el centro, el personaje principal de cualquier historia. Cáncer es de perfil más bajo y lo que necesita es amor compañerismo y tranquilidad, cosas que un leonino no le dará jamás.
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Ambos son signos fijos que quieren que todo se quede igual, que nada cambie, y aunque podría pensarse que precisamente por ello se llevarían bien, no es así: Leo es positivo y Cáncer negativo, y esa es una diferencia abismal entre ellos que tiene gran influencia en su comunicación. Tampoco podrían ser amigos porque no tendrían nada para compartir.
El «yo siento» de Cáncer se opondría al «yo quiero» de Leo. Un avasallador leonino regido por el Sol se devoraría al sentimental canceriano, regido por la melancólica Luna. Leones y cangrejos, aléjense.