Estar en la cocina, innovar, armar nuevos platos y creerse el/ la mejor asando, cortando, cociendo, sofriendo, entre tantas otras acciones culinarias, implica ir conociendo algunos secretos. Estos se aprenden con la siempre sabia práctica y otros vienen heredados, se transmiten en alguna reunión familiar, o en la cofradía secreta de la gastronomía. No, eso no existe. Pero lo que sí da vueltas son algunos grandes trucos que harán de la vida en la cocina, un ambiente mucho más amable el cual siempre disfrutar.
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A tomar nota y ponerlo en práctica. Dominar el fino arte de la cocina es posible. Sólo hace falta atreverse, ¡y listo!
¿Pensando en papas fritas?
Para que las papas fritas no queden pegadas cuando se fríen, conviene llevarlas a remojo con agua fría, una vez peladas y cortadas en trozos. Estando en el agua por algunos minutos, se consigue que suelen parte del almidón. Un secreto para mantenerlas independiente una de otra y lograr una mejor cocción al momento de llevar al aceite.
Cuando el guiso está con exceso de sal
Es fin de semana y un buen guiso fue la mejor opción para comer en la hora del almuerzo. Todo bien hasta que lleva hasta su boca un poco del preparado y… ¡Salado! No hay problema. Lave unas papas, pele, corte e incorpore a su guiso, éstas absorberán el exceso de sal. Pero, cuidado, de preferencia que el preparado quede ligero de sal para que cada comensal agregue la pizca que desea.
Coliflor, te queremos sin mal olor
Al cocinar la coliflor todo el alrededor queda impregnado de un olor intenso. Para evitar que este antecedente destruya cualquier intento de disfrutar del plato a preparar, se recomienda agregar un chorrito de leche al agua donde cuece esta col.
La pasta con el toque de sal
Uno de los platos majestuosos de la cocina es la pasta y sus infinitos agregados, acompañantes y sabores varios. Para conseguir que absorban la sal en el momento justo es importante tomar la siguiente precaución. La sal se agrega justo en el momento en que el agua comienza a hervir, luego se agrega la pasta para que esta se nutra de ella.
Limón, gracias por existir
Si bien una buena agüita de limón es un brebaje que el organismo siempre agradecerá, este también nos sirve al momento de preparar algunos alimentos. Por ejemplo, la idea fue cocinar algo con una pizca de picante, pero la mano estaba generosa y el gusto fue a más que una pizca. No hay que preocuparse. Sólo basta agregar unas cuantas gotas de limón para disfrutar del platillo, ya que logrará bajarle los tonos picantes.
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Además, con algunas gotitas en el agua del arroz, logrará que éste quede más graneado.
¿Impresionada/o? Ahora es cuestión de poner en práctica éstos y otros tantos consejos que la experiencia con cuchara de palo en mano ha logrado construir. ¡A cocinar!
Fuente: Celigueta
