Los malos hábitos que imperan entre los mexicanos nos están pasando factura, y de manera acelerada. El actual ritmo de vida nos ha llevado a tomar el camino fácil.
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Por nuestros horarios de trabajo y nuestras actividades cotidianas, pasamos por alto la importancia de un buen alimento. Comemos lo primero que cruza por nuestra vista; ya sea comida rápida de las cadenas internacionales o frituras industrializadas que te ofrece cualquier tienda de la esquina. Lo lamentable, es que con este ritmo el país se está enfermando de manera acelerada.
Leo en EcoPortal que las 5 enfermedades más comunes entre los mexicanos se encuentran relacionadas, directa o indirectamente, a esa dependencia de a la comida procesada. Hablamos de enfermedades como…
- Diabetes
- Hipertensión
- Obesidad
- Cáncer
- Enfermedades cardiovasculares.
Es evidente, como lo han demostrado diversos estudios, que estos padecimientos son el reflejo de esa pésima calidad de vida. Entre menos cuidemos nuestros hábitos, más nos costará la atención médica. Gastos que serán reflejados en tanto en nuestros bolsillos como en el presupuesto de salud pública.
A veces olvidamos que los alimentos nos nutren. Si comemos alimentos procesados, en lugar de fortalecer a nuestro cuerpo lo debilita.
En el país existe un subsidio oculto para transnacionales, que dominan la cadena agroindustrial, desde las semillas al procesado de alimento y venta en supermercados. Son productos que van desde un cultivo en específico hasta unas frituras o esa hamburguesa sencilla con queso.
Desde empresas como Monsanto, con sus semillas modificadas, hasta la producción en monocultivo, que requiere del uso de sistemas de riego, de agroquímicos. Al final, ese cultivo tiene menos nutrientes que, en lugar de beneficiarnos, perjudica a la tierra, a los recursos y a nuestro organismo.
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Entonces ¿qué debemos hacer? Debemos invertir en nuestra salud desde nuestros alimentos. ¿Sale caro comprar orgánicos?, ¿no tienes tiempo para tener tu huerto y cosechar? Bueno, a corto plazo esto podría parecer una fuerte inversión en tiempo y dinero. Sin embargo, a la larga será nuestro seguro de vida.
Nuestra salud es nuestra responsabilidad. Necesitamos ser conscientes de nuestros hábitos, de nuestro tiempo, de nuestros alimentos. Tomar un momento para cuidarnos y asegurar esa salud que las grandes industrias nos están quitando.
Fuente: Eco Portal
Foto: Lyza (Flickr) / (cc) by-sa