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Pepenadores, muy lejos de un México incluyente

Los recolectores de basura contribuyen en el reciclaje mientras luchan, día con día, por tener una vida digna.

En un México ideal, el gobierno federal trabaja en el actual Plan de Desarrollo Nacional, para un México Incluyente, México próspero. Sin embargo, la realidad de algunos sectores que esto está muy lejos de suceder. Tal es el caso de los recolectores de basura, los conocidos pepenadores.

El trabajo de un pepenador es ingrato. Pasa jornadas enteras, recolectando basura, separando material de reciclaje, para venderlo. Si bien es cierto que algunos sacan un buen dinero, habrá otros que enfrentan injusticias de un “patrón” que ha tomado el control, recibe una paga mínima por lo recolectado y, en caso de estar en formalidad, recibirá una pensión que apenas será suficiente para sobrevivir.

En emeequis leo la historia narrada por Tania Espinosa, una de tantas que ocurre en los asentamientos de recolectores de Santa Fé. Don Ramón, un señor de 70 años, que trabajó toda su vida separando basura —como también lo hizo su padre—. Decidió ingresar a la formalidad, trabajó en la delegación Miguel Hidalgo como parte de los trabajadores de limpieza. Ahora recibe una pensión mensual de 1 mil 200 pesos (MXN).

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Por desgracia, el sistema corrupto ha afectado a los recolectores de basura. Por un lado, si trabajas en la informalidad, te expones a la explotación del líder en turno. Las básculas trucadas quitan restan los pocos pesos que generan y, tantito se quejan, pueden sufrir las consecuencias —hasta atentan contra tu vida—. Por otro lado, la formalidad no garantiza una  vida digna o simplemente sus derechos.

Es una pena que en nuestro país se den estos casos, de injusticia y maltrato a aquellas personas que se dedican a la separación de basura. Ellos, que en cierta forma, hacen el trabajo “sucio”  que muchos nos negamos a hacer en algún momento (o todavía).

Por lo regular los pepenadores tienen educación mínima; muchos no saben leer, ni escribir. Entonces, ¿cómo ellos podrían formar parte de los proyectos del Plan de Desarrollo Nacional? Este es un claro ejemplo, otro más, de que el sistema no está funcionando. Existen dos opciones: una, el sistema se adapta a las necesidades de aquellos que trabajan duro por un mejor país; o, generar algún programa de apoyo a estas comunidades, a través de ONGs.

La pregunta obligada, ¿nos importan los recolectores de basura? Entonces, ¿qué falta para que reciban el apoyo debido?

Fuente: emeequis

Foto: © Nelson Sánchez, vía El Foton

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