Este fin de semana salió a la luz una información bastante desesperanzadora. El país que supuestamente quiere proteger a la humanidad del calentamiento global y que prohíbe que otros países prueben con bombas (Estados Unidos), lanzó nada más y nada menos que cuatro de ellas cerca de la ya dañada Gran Barrera de Coral ,que se ubica cerca de Australia (a unos 100 km al norte de la ciudad costera de Yeppoon).
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A unos 30 kilómetros de la Gran Barrera de Coral, cayeron 4 bombas de aviones militares estadounidenses del área Shoalwater Bay Military Training. Dos pilotos practicaban durante el programa bienal llamado Talisman Sabre. Las bombas, que tenían contemplado caer en otro lugar, no explotaron porque según los marines fueron arrojadas para perder peso, luego de que dos aviones AV-8B Harrier se quedaran sin combustible.
“La prioridad fue encontrar un lugar en el que hubiera el menor impacto. Creemos que las soltamos en un lugar que no suponía una amenaza para la navegación”, justificó a la cadena ABC el comandante William Marks, portavoz de la Séptima flota estadounidense, que apeló a que los pilotos no tuvieron opción.
Aunque a primera vista las Bombas no detonadas no causan un gran peligro o contaminación, los ecologistas y defensores de la gran barrera están indignados por la situación y exigen que los militares se vayan a hacer sus entrenamientos a otro lugar, pues aunque se supone no afectan a los corales si operan en una zona que también tiene invaluable biodiversidad como es la costa de Queenlad.
“La guerra nos es compatible con el medio ambiente, y el entrenamiento militar no puede ser ‘verde’. Ni la isla de Townshend, el verdadero destino de estas bombas, ni ninguna otra parte de la Gran Barrera de Coral, deberían ser utilizadas para la actividad militar”, señaló molesto Robin Taubenfeld, activista de la organización Amigos de la Tierra de Australia.
Además del lanzamiento de bombas los Talisman Sabrehan realizan detonaciones submarinas, vuelos a baja altura, y estridentes ruidos que no solo afecta a los animales sino que también a los humanos que viven cerca y que ni siquera son ciudadanos estadounidenses.
La Gran Barrera de Coral es una pieza símbolo del cambio climático, ya que en pocos años ha perdido rápidamente la mitad de sus especies y lo sigue haciendo. Hoy se hacen innumerables esfuerzos por preservar la gran biodiversidad que aun alberga en sus casi 3 mil kilómetros de coral donde pululan 4 mil tipos de moluscos y al menos 1500 especies diferentes de peces.
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Fuente: Las bombas de EE.UU que cayeron cerca de la Gran Barrera de Coral (BBC Mundo)