Los investigadores universitarios salvan el día una vez más al considerar como prioritarios los problemas actuales que atravesamos como sociedad. Sabemos sobre la gran cantidad de comida que se desperdicia y termina en la basura — de acuerdo con el Fondo de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) la cifra llega a los 1.300 millones de toneladas de alimento. ¿Cómo puedes ganarle tiempo a la comida para que dure más?
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Investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) crearon un envase activo, mismo que mantiene a las frutas y las hortalizas frescas por más tiempo. Esta tecnología dan brillo y vida a los alimentos, mientras los protege de enfermedades producidas por hongos y bacterias. Hay más beneficios: ¡el envase es comestible!
La tecnología del envasado activo es un concepto relativamente nuevo, dirigido a incrementar la vida útil de los productos, sin alterar su calidad nutricional y sensorial, así como la seguridad microbiológica. El desarrollo de los recubrimientos comestibles surge como una alternativa prometedora para la mejora de la calidad y conservación.
La envoltura orgánica está compuesta por extractos acuosos y etanólicos que se agregan a un material polimérico orgánico, formando un líquido. El fruto, debidamente desinfectado y listo para su consumo, se sumerge en la sustancia — pareciera las manzanas de Blanca Nieves —. Al secarse, el fruto queda protegido, con un envase vivo que respira, brilla, da mejor apariencia y protege.
Todos los ingredientes utilizados para el envase activo son obtenidos de manera natural. Los extractos provienen de plantas comunes en el desierto mexicano; plantas como damiana, orégano, tomillo y romero, todas estas comunes en nuestra gastronomía. Como material polimérico, se utiliza mucilago de nopal, grenetina, cera de abeja y cera de carnaúba — utilizada normalmente para los dulces confitados. Como ven, todo es comestible.
Los extractos se incorporan como parte de recubrimientos naturales que se aplican a los frutos, de esta manera, garantizamos el control de enfermedades sin necesidad de fungicidas químicos ni conservadores.
Como resultado, tenemos fruta protegida de bacterias y microorganismos, limpia, desinfectada y lista para su consumo. ¡Una genialidad! La pregunta aquí obligada es ¿se implementará pronto? De contar con un protocolo que garantice que se trata de un envase vivo, esta sería una buena opción de envasado para los productores orgánicos. Veremos como se aplica esta innovación.
Fuente: UNAM crea recubrimientos biodegradables para hortalizas y frutos (Milenio)
Foto: Sheila López/(cc)by