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Beber y comer en el Cerro Alegre

Dos lugares que tienes que conocer cuando estés en Valparaíso, Chile, específicamente en el cerro más colorido y alegre de esta hermosa ciudad. Bebida y comida a pocos metros de distancia.

El recorrido partió por el primer bar del pisco en la historia de Chile. Un local chiquitito donde solo se encontrará con este destilado nacional, para caminar luego media cuadra y entrar al Restaurant Café Vinilo, el primero en instalarse en el cerro catorce años atrás, cuando en este epicentro turístico sólo existía el Hotel Brighton y el Café Turri.

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Para beber

En septiembre de 2011 abrió el primer bar dedicado exclusivamente al pisco en Chile en el Cerro Alegre.  “Las primeras cosas siempre suceden en Valparaíso”, dice su slogan que algo de razón tiene: el primer diario y la primera compañía de bomberos, por ejemplo, se fundaron precisamente en esta ciudad porteña.

Se trata de un local de no más de 100 metros cuadrados, donde encuentra lo mejor de la historia de este destilado nacional, además de la tienda de diseño de María Paz Bravo. Entre sus exclusividades está el pisco Chañaral de Carén, que proviene de las 11 hectáreas de uva moscatel de Arístides Taborga, quien lo produce y embotella de forma totalmente artesanal. “Si uno revisa la historia del pisco en Chile, en el siglo XVIII, se encuentra con el apellido Taborga. Arístides Taborga es un destilador a la antigua que continúa usando el alambique de cobre para destilar, y la leña para agarrar temperatura”, cuenta Allan Lara, uno de los dueños del Bar del Pisco.

Para comer

Encamine sus pasos media cuadra más abajo en el cerro y se encontrará con Restaurant Café Vinilo, un espacio de no más de 70 metros cuadrados, donde lo que manda es un gran mesa compartida, cosa de poder probar esta carta de comida chilena con denominación de origen y conversar aunque no conozca a quien se sienta a su lado. “Partimos catorce años atrás cuando al Cerro Alegre prácticamente no llegaban turistas. Diez años atrás Valparaíso fue nombrada Patrimonio de la Humanidad y comenzaron a llegar cada vez más turistas, más cruceros. Dos libros se han escrito ya con las historias y las conversaciones que se han dado en esa mesa, quisimos que fuera como una extensión del living de la casa”, cuenta Allan Lara, uno de los dueños del Bar del Pisco y del Restaurant Café Vinilo.

Ninguno de los productos que se utilizan para elaborar la carta son de supermercado. La idea es privilegiar la compra directa a pequeños productores y comunidades, por eso el apelativo de cocina chilena con denominación de origen. Para cocinar se utiliza un sistema de cocción al vacío, que permite que se conserven los aromas, jugos y sabores, a pesar de lo largas que son las preparaciones. Diecisiete horas se demora la cocción del conejo de Casablanca por ejemplo, que se prepara con naranja y limón y se acompaña de puré de papas con prieta y menta($ 8.900). Otra opción es el Ossobuco ($ 9.500), comprado en una de las carnicerías más antiguas de Valparaíso, cocido por 27 horas y servido con papas nativas chilotas. Aquí la Lengua no es nogada, sino hecha con avellanas chilenas, tostadas y acompañada de un guiso de trigo mote con callampas Boletus, traídas desde Cañete ($ 8.500).

Más información en Revista Wain.

Foto: Wain

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