Comer carne de animales criados en libertad aporta muchos beneficios, su grasa lejos de ser mala es hasta beneficiosa, además de que aporta muy poca grasa magra y casi toda es infiltrada en el musculo, lo que hace además de que sea una carne jugosa. Y cuidado, en este caso no estamos hablando de carne de caza, en esos casos el estrés que sufre el animal aporta una intensidad de sabor a la carne muy diferente del ciervo que nos hemos comido hoy. De hecho, en el caso que fuese caza habría que mantener la carne en un adobo o marinada antes de poder guisar.
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Por otro lado, el hinojo que lleva esta receta de guiso de ciervo con tomate es ideal como un digestivo, y no solo eso si no que aporta un sabor muy especial. Y curiosamente, además, se utiliza en muchas elaboraciones y tradicionalmente en asados de cerdo. Así que probé con el guiso de ciervo y debo decir que no me arrepiento en absoluto.
Tiempo de elaboración | 2 horas
Dificultad | Fácil
Personas | 4
Ingredientes

- 600 g de carne de ciervo (ragout)
- 1 hinojo
- 400 g de tomate triturado natural
- 3 zanahorias
- 400 ml de vino tinto
- Aceite de olvia virgen extra
- Pimienta
- Sal
Cómo hacer un guiso de ciervo
Cortaremos el cebollino, solo lo que es el bulbo sin las hojas, en dados. Y del mismo tamaño la zanahoria limpia. Lo rehogamos hasta que empiece a dorarse el hinojo.
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Después añadimos el ciervo troceado y removemos bien hasta que coja color todo. Añdimos la sal, la pimienta, el tomate y el vino. Mezclamos y dejamos cocer unas 2 horas.

Consejos y sugerencias
La verdad que hacer un guiso con esta carne a hacerlo con otra no hay diferencia en cuanto al método. Solo tendremos diferencias de textura, sabor e incluso color. Esta carne queda algo más entera pero jugosa, el sabor es ligeramente más intenso y el color es profundamente rosado.