Si de lugares sorprendentes se trata, este es definitivamente el mejor ejemplo. Comenzaron con un local diminuto de 36 metros cuadrados, uno tenía que llegar temprano para poder probar el menú del día que por $155 te ofrece una entrada, plato fuerte agua y postre. ¿Qué tipo de comida sirven? ¡De todo! Y cuando digo de todo, lo digo literalmente, puedes comer un pescado al axiote y al día siguiente un kebab.
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Por las noches con las sobras de la comida Marco Margain -el chef y dueño- se inventa tapas tan disparatadas que no hay más opción que amarlas u odiarlas, sin lugar para los puntos medios. Lo ideal en ese primer año de existencia era sentarse en la barra y esperar aque te sirvieran tu comida, como si de sushi se tratara.
Pero los buenos lugares no pueden quedarse en secreto mucho tiempo y cada vez más gente empezó a llegar, para no perder clientes se vieron obligados a montar mesas improvisadas en la parte de atrás, donde a juzgar por las colchonetas azules, era un lugar donde enseñaban Karate. Así, disfrutabas la noche sentado en medio de un gimnasio convertido en restaurante.
¿Qué tapas te sirven aquí? Pues… digamos que no son el típico pan con jamón serrano, en La Broka te encuentras con maravillas como este corazón de alcachofa gratinado con jamón serrano y albahaca frita. O por qué no una picaña con salsa de champiñones, pero después un sushi, en sistema es comer hasta decir basta, porque una vez que empiezas el mesero seguirá trayendo tapa tras tapa a menos que indiques lo contrario.
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Hoy rumbo a su tercer y exitoso año de operaciones las cosas son radicalmente distintas, ya nada queda del antiguo patio destartalado al que accedías medio en secreto por la cocina del lugar, las colchonetas azules se fueron para dar lugar a un espacio perfectamente adaptado con mesas bien montadas y un baño acorde al lugar, no como al principio que tenías que ir al de servicio porque no había de otra.
Hoy su cocina es inmensa, ahora la mayoría de las cosas se preparan atrás, pero el montaje final se sigue haciendo en la barra del local original, en donde aún me gusta sentarme para sentir que el tiempo no ha pasado. Es mágico estar ahí viendo como los ingredientes se unen para formar platos sorprendentes, todo esto mientras platicas con Marco o el encargado en turno que cual cantinero escucha tus ires y venires mientras te sirve una copa más de vino.
Por que una cosa si es segura, el vino de este lugar es espectacular, con unas treinta etiquetas muy bien seleccionadas, puedes pasar la noche tomando un Priorat, o si ya andas con ganas de algo fuertecito y el vino no es lo tuyo, tal vez se animes a maridar tus tapas con el mezcal de la casa.
Si lo que buscas es salir de la rutina, o en mi caso, regresar a ella date una vuelta por La Broka, siéntate en la barra y observa como se va llenando de rayitas el pizarrón, en donde se apunta según la mesa, cada tapa que vayas comiendo, así de simple, así de complejo, porque una cosa era llevar el control de 5 mesitas, pero debe ser una proeza hacerlo ahora que tienen un lleno total. Se que debe ser algo muy complicado, pero agradezco que lo sigan haciendo, siento que el tiempo no ha pasado y siguen siendo ese pequeño lugarcito lleno de encanto.
Hoy La Broka está muy consolidada en México, con un local en las Lomas y un creciente servicio de catering, la cocina de los Margain se extiende por México sin que se le vea hasta ahora, ninguna posibilidad de detener la expansión. Pero aunque ya son un grupo exitoso y su primer restaurante es súper chic, nunca perderán el toque original, y aún hoy tienes que meterte a la cocina para poder acceder a la terraza principal.
¿Cómo llegar?
Zacatecas 126, Col. Roma Norte
Tel: 44374285
Twitter: @BrokaBistrot (Síguelos para enterarte del menú diario)
Lunes a viernes 14:00 a 2:00