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La famosa perla negra, tan difundida por lecturas e imágenes, y su forma en lágrima o ‘cuenco hacia abajo’, constituyen todo un talismán a lo largo de la historia, apetecida por reyes y princesas, lucida por nobles, exhibida con detalles de lujo en un universo de mil avatares que hacen de las perlas un símbolo mucho más allá de una simple joya, adorno o tocado especial.
Las perlas, un lujo legendario desde tiempo inmemorial , siguen siendo las auténticas reinas de la joyería y bisutería. Pero, actualmente, ya no son exclusivas de las fiestas de gala u objeto de lucir entre las mujeres de clase acomodada o la aristocracia. Compañía imprescindible a lo largo de la historia de reinas y princesas, el tradicional aderezo de perlas es también un talismán erótico de primera magnitud. Fue mucho antes del antiguo Egipto, desde la mítica Babilonia, cuando las perlas eran ya un adorno especial para los nobles de la época.
La Reina de Saba
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Se dice y cuenta que la mítica Reina de Saba, aquella a quien las lecturas conceden todo su poder de seducción hacia el Rey Salomón, lucía en su cuello, orejas y pecho unas enormes perlas de color irisado, procedentes de las recónditas aguas del Mar Rojo, que volvieron loco al Monarca bíblico. Las mejores perlas, extraídas de los confines marinos, se dan precisamente en esta zona y en las albuferas del Mar de la india, Java y Sumatra. La perla caribeña, es también cotizada, aunque mucho más uniforme en sus estructuras y colorido.
Se cuenta que, incluso, muchas de las grandes mujeres con poder sensual de todo el mundo las lucían engarzadas en su ropa interior, alrededor de la cintura, el ombligo o los senos, como objeto de deseo y reclamo.
Adaptadas a todo tipo de prendas
De hecho hoy día, alrededor de la lencería íntima, aderezos de perlas jalonan braguitas, sujetadores y todo tipo de combinaciones en seda y satén, cultivadas con esmero, en un universo de elegancia exquisita y ‘glamour’. Las perlas permiten ser adaptadas con mucha versatilidad a este tipo de prendas, y la alta costura las utiliza para adornar la ropa más íntima, en un juego de belleza y sensualidad inusitado.
Incluso en las medias y ligueros, prendas de tradicional poder erótico, los ¿garfios¿ y aderezos de parlas forman todo un mundo de creaciones en moda y bisutería. La perla bien pulida, adaptable a cualquier forma, es un complemento indispensable en lencería y perfumería. Muchas de las cotizadas fragancias actuales, lucen en sus cofres y cajas de presentación adornos perlados, que les otorgan una presencia única, exquisita y ‘galmurosa’.
La famosa ‘perla negra’, originaria de los mares australes, sigue siendo muy cotizada en alta joyería. Su confección en forma de lágrima, la afamada ‘peregrina’ de Emperatrices y Reinas, se incorpora hoy a aderezos de collares, pendientes, broches, gargantillas y relojes, con infinidad de combinaciones con otras piedras. Un universo de lujo y sensualidad, que las hacen exclusivas, apetecidas y deseables.
Fuente: EFE