Los bosques de algas marinas que se encuentran en el Pacífico, cerca de Alaska y Canadá absorben una gran cantidad de gases de efecto invernadero. Los erizos, sin embargo, con una escasa consciencia medioambiental (broma) se alimentan de éstas. Favorablemente en la cadena alimenticia está la nutria que como gran depredador de erizos, frena su impacto siendo una fuerte influencia en el ciclo de almacenamiento de CO2.
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Esto dice un estudio llevado a cabo a lo largo de 40 años biólogos de la Universidad de California y publicado en Frontiers of Ecology and Enviroment. Se concluye que los bosques de algas que crece gracias a las nutrias de mar pueden absorber hasta 12 veces la cantidad de CO2 de la atmósfera.

Pero no podemos ser tan optimistas. Un ejercito de nutrias en contra del calentamiento global y el cambio climático no son suficientes ante las diversas fuentes de contaminación existentes en el planeta. Esto lo reconocen incluso los investigadores. Chris Wilmers, está de acuerdo con la visión de Jeffrey Dukes, científico del Climate Change Center Investigation de Indiana : “el aumento de absorción del CO2 que ocasiona la nutria marina es intrascendente en términos globales del cambio climático”.A pesar de todo esto, lo que queda claro es que La Tierra cuenta con un equilibrio natural, el cual es interferido por las actividades relacionadas con los modelos de desarrollo del ser humano. Las nutrias podrían contrarrestar los desbarajustes atmosféricos por la escasez de algas consumidas por los erizos, solamente siendo los depredadores de éstos.Lo anterior nos habla de la perfecta armonía con la se administra la naturaleza.
Fuente: Nutrias vs Calentamiento Global (National Geographic)