Desgraciadamente la caza furtiva de gorilas sigue siendo una práctica muy común en algunos lugares del globo. Muchas organizaciones animalistas internacionales se han dedicado a intentar frenar esta práctica, pero tienen poco o nada apoyo de las autoridades de algunos países, por lo que luchan solos contra la corriente. Pero afortunadamente, podrían ser los mismos gorilas los que le hagan la guerra a la caza furtiva.
En Ruanda la caza de gorilas de montaña es una practica normal que se realiza hace cientos de años, aunque ahora se hace de forma ilegal, ya que los gorilas son una especie en extinción. Por esta situación los gorilas han aprendido ciertas técnicas para escapar de los humanos y son tan inteligentes como lo sería una persona, llegando hasta incluso desarmar una trampa para gorilas, tarea que no es nada de fácil.
Lo sorprendente, no es que los gorilas sepan desarmar las trampas ,sino que ya lo hacen desde temprana edad, lo cual podría hablarnos de un traspaso de información o hasta educación desde los gorilas mayores para con los más pequeños.
Los amantes de los gorilas están al tanto de esta situación ya que esta semana, un grupo de conservacionistas del Fondo para Gorilas Dian Fossey, observó a un par de pillos gorilas juveniles con la suficiente astucia para destruir fuertes lazos que instalan los cazadores furtivos para atrapar a los suyos. Hace algunos días un gorila mayor había sido asesinado por esa zona, cuando cayó en una de las trampas, por eso una patrulla juvenil primate corrió a boicotear el resto de las trampas para que ninguno de los suyos tenga que pasar por una situación tan horrible y mortal.
“Sabíamos que los gorilas hacían esto, pero siempre eran adultos. Hoy dos menores blackback del grupo Kuruyama trabajaron juntos para desactivar dos trampas, y por como lo hicieron demostraron importantes habilidades cognitivas” argumentó Verónica Vecellio, directora del Fondo para Gorilas.
Los conservacionistas del Fondo desactivaron una gran cantidad de trampas en Ruanda, para ayudar a los pequeños gorilas y a toda su especie, pero señalaron que la caza furtiva esta lejos de terminar y que su aporte no es muy significativo si no se toman medidas más extremas contra los cazadores que practican bajo la ilegalidad, pero sin miedos ya que no hay castigos ejemplares que los amedrenten. De todos modos, gracias a intervenciones de grupos animalistas la población de estos especímenes ha aumentado en un 17% más que hace 15 años. Gorilas y conservacionistas luchan contra los cazadores, ahora falta el apoyo de la ley.
Fuente: Young Gorillas Observed Destroying Poachers’ Tramps (Treehugger)