Ya es bien conocida la sed de del ser humano por alcanzar la inmortalidad, o al menos desear vivir más años aún, como los que logran alcanzar los siete animales más longevos del planeta. Pues a propósito de esto, un grupo internacional de científicos de universidades en Inglaterra y Japón,Francia, E.E.U.U. y Canadá, han estado estudiando la pérdida de masa ósea y muscular que experimentan los astronautas después de largos vuelos en el espacio.
La razón de esto es porque descubrieron que la acumulación de los vuelos espaciales en los astronautas, había suprimido las proteínas tóxicas que normalmente se acumulan en los músculos del envejecimiento; además de que también un grupo de genes se expresaron en niveles más bajos durante los vuelos espaciales.
El equipo de investigadores realizó entonces un experimento con gusanos, a los que envío al espacio durante una misión de 11 días a bordo de un trasbordador especial rumbo a la Estación Espacial Internacional. Al volver a la Tierra, fueron congelados y sometidos a pruebas para estudiar los efectos que ese viaje especial tuvo sobre ellos. Los resultados indicaron que estos gusanos habían sufrido los mismos cambios genéticos que se han percibido en los astronautas, ya que la actividad de cinco genes -vinculados con el sistema nervioso y metabólico– redujo sus niveles también en ellos, lo que hizo que vivieran más tiempo.
Cabe mencionar que los gusanos enviados al espacio eran de la especie Caenorhabditis elegans, el cual no es un gusano común y corriente, sino que tiene características únicas: su promedio de vida normal es de 2 a 3 semanas, sin embargo, el C. elegans puede congelarse y almacenarse durante años y después ¡descongelar y resucitar! Además, los seres humanos compartimos más de un tercio del genoma del C. elegans, lo que lo hacen ser la especie más estudiada del planeta porque a través de él los científicos conocen más del ser humano.
Estos expertos siguen realizando investigaciones para profundizar en el conocimiento de estos procesos, pero por lo pronto señalan que de manera intuitiva podían concluir que “O los músculos en el espacio envejecen mejor que en la Tierra, o los viajes espaciales hacen más lento el proceso de envejecimiento“.
Fuente: Los viajes espaciales alargan la vida de los gusanos (BBC Mundo)