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Buenos Aires: Cinco parrillas imperdibles

La capital argentina es un verdadero paraíso para los carnívoros, ya que tiene incontables restaurantes especializados en carnes cocinadas a la leña o carbón. Por lo mismo, pasar unos días en esta ciudad sin hacerse un tour por este tipo de comedores es verdaderamente un pecado. Aquí, les dejamos cinco sugerencias.

En la capital argentina hay parrillas en todas partes y para todos los gustos. Por lo mismo, es difícil -y también un síntoma de soberbia- establecer a rajatabla cuáles son los mejores. Es por esta razón que aquí no les entregamos un ranking, si no que una muestra de cinco lugares que a nosotros, de verdad, nos han gustado mucho.

Peña


Lo primero que a uno lo seduce al sentarse en esta parrilla muy cercana de los tribunales bonaerenses es la maciza empanada de carne recién frita que se ofrece por tradición a los comensales de este lugar. Sabrosa y contundente, es un excelente aperitivo de lo que se viene. Después, se puede pedir con tranquilidad cualquier corte carneo, porque todos son de gran calidad. Sin embargo, si hay que recomendar alguno debemos quedarnos con la colita de cuadril, grande (como todo en Peña), tierna y jugosa. Y si se acompaña con alguno de los Chimichurris -salsa fría a base de vinagre, aceite, ajo, ají y sal, típica de Argentina y Uruguay- dispuestos en cada mesa del local, se puede rozar la perfección. (Rodríguez Peña 682, Centro)

Cabaña Las Lilas


Puerto Madero es una zona que mezcla turismo con negocios en pleno corazón de Buenos Aires. Sin embargo, su oferta gastronómica no necesariamente es la mejor de la ciudad y más aún si hablamos de parrilla. Afortunadamente, Cabaña Las Lilas suple esta falencia con un restaurante especializado en carnes (también pescados y mariscos) asadas al carbón de una calidad netamente superior, aunque claro, también de un precio superior. Probablemente influye en su calidad el hecho de que uno de los socios del negocio es la famosa compañía ganadera Cabaña Las Lilas y que da el nombre al local. ¿Algún plato imperdible? El t-bone steak, la picaña y su sublime cordero asado. Y ojo con su carta de vinos: extensa y de calidad. (Alicia Moreau de Justo 516, Puerto Madero)

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El Parrillón del Pobre Luis


El dueño de esta parrilla que data de 1986 es el uruguayo Luis Acuña y eso se nota. Primero, por la atención personalizada y muy cordial que entrega a sus clientes cuando está en el local (cosa que sucede casi siempre). Y segundo, porque además de los típicos cortes bonaerenses como bife chorizo o asado de tira; conserva en la carta las famosas Pamplonas, preparación típica uruguaya que es una suerte de arrollado de pollo o vacuno, relleno con queso, pimiento y envuelto en una tela de grasa del estómago del animal que le da un sabor –y dorado- delicioso. Pero como no solo de Pamplonas vive el hombre, también valen la pena probar en El Parrillón del Pobre Luis su exquisito ojo de bofe y la –literalmente- tremenda costilla de lomo con hueso. Simplemente, un imperdible de Buenos Aires. (Quesada 1699, Barrio de Núñez)

La Cabrera


No es la mejor parrilla de Buenos Aires ni la más famosa, pero como atiende a un público principalmente conformado por turistas, en pocos años ha alcanzado un gran nivel de reconocimiento a nivel internacional. La Cabrera ofrece toda la tradicional gama de cortes parrilleros argentinos, todos muy bien cocinados, lo que asegura una satisfacción garantizada por parte del cliente. Y si hay que destacar algo por sobre la media en la parrilla de La Cabrera, sus mollejas de corazón y sus chinchulines (intestino) de cordero están en una categoría superior al resto de sus productos. Además, otro sello de La Cabrera son sus exquisitas mini guarniciones, las que van llegando junto con los platos, y que van desde las clásicas berenjenas escabechadas, pasando por endibias grilladas o puré de batatas, hasta unas sublimes cebollitas carmelizadas. Solo una advertencia, vaya con tiempo o reserve, porque la fama adquirida mantiene al local casi siempre repleto. (J.A. Cabrera 5127, Palermo)

La Brigada


Una visita a Buenos Aires tiene como visita obligada ir al Barrio San Telmo a ver –y en una de esas comprar- sus antigüedades, sobre todo en domingo. Y una visita obligada si ya se está en San Telmo es almorzar o cenar en La Brigada, una parrilla de alta calidad.  Por lo mismo, aquí con cualquier corte que se pida, se va a la segura. Y una comprobación de esto es que pidamos un ojo de bife, una colita de cuadril o incluso asado de tira; la carne se podrá cortar con una cuchara. Y esto en sentido literal, porque es así como los mozos trocean las porciones en La Brigada. Ahora, si me apuran con algún imperdible de aquí, les dejo dos: el chorizo de carne vacuna y el vacío, el mejor que he probado en Buenos Aires en muchos años. (Estados Unidos 465, San Telmo)

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