El Congreso de Brasil (Cámara de Diputados) votó el miércoles pasado facilitar las reglas que obligan a los productores forestales a mantenerse en sus tierras. De esa forma otorgó la tan buscada victoria a los lobbystas de la agricultura y causó una derrota política a la Presidenta Dilma Rousseff.
Aunque el proyecto de ley necesitará millones de hectáreas de tierras ya listas para ser replantadas, los ambientalistas señalan que estas medidas ponen muy fácil el camino para que los agricultores -responsables de gran parte de la deforestación de la Amazonia y otras franjas de tierra medioambientalmente sensibles durante las ultimas décadas- cumplan con las regulaciones que estipulan la cantidad de selva que deben preservar.
La Presidenta Rousseff aún tiene la opción de vetar la ley, una de las más controversiales aprobadas por el Congreso en años recientes y apoyada por algunos de los legisladores de su partido y otros miembros de su coalición multipartidista. La Presidenta había vetado versiones anteriores de la ley de tierras que contenían disposiciones percibidas como muy indulgentes con los agricultores que han eliminados hectáreas de selva para dar paso a sus cultivos.
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La versión final de la ley – que difiere mucho de la que se vetaba hace unos meses y de la versión que el Gobierno había negociado- dejará en los gobiernos estatales decidir la cantidad de bosque a sustituir a lo largo de los ríos, propiciando un escenario donde los grandes agricultores cumplan sólo con las exigencias mínimas de reforestación.
Este polémico voto parlamentario ocurre a tan sólo dos meses de la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sustentable Río +20, mal precedente para las discusiones que se llevarán a cabo en el país.
Greenpeace, a través de un comunicado, señaló que “la ley aprobada da una amnistía total e irrestricta a aquellos que deforestaron y va en contra de lo que el propio Gobierno quería. Si (Rousseff) no reacciona y veta este texto, este futuro será su legado”.
Dinero y lobby parece que esta vez van a ganar. Sólo la Presidenta Rousseff podría parar esta ley, y aún así existe una posibilidad de que el Congreso consiga una mayoría y desestime el veto de Rousseff a la ley de tierras.
Fuente: Brazilian Congress adopts controversial land use law (Reuters)