Hay una mitología bastante abultada con respecto a los pelirrojos, o “colorines”. Que traen buena suerte, que no pueden nadar ni silbar, que son enviados de satán, que no pueden viajar a bordo de un barco, entre tantas otras estupideces que han servido de inspiración para video como el de M.I.A, Born Free, en donde una feroz distopía causa una persecución asesina de estas personas.
PUBLICIDAD
Lo cierto es que la pigmentación de la piel tiene que ver con la melanina, y para que surjan personas con color de pelo rojo existen mutaciones en el gen que codifica para receptor de melanocortina 1, una proteína que ayuda en la síntesis del pigmento melanina.
Esto dota de ciertas características fisiológicas a los pelirrojos que sí son ciertas, dado que los receptores de melanocortina 1 también interactúan con las moléculas que son estructuralmente similares a las hormonas estimulantes de melanocitos, incluyendo las endorfinas, hormonas que de forma natural quitan el dolor.
Recomendados
Los cuatro cristales poderosos con lo que tendrás armonía y protección
Desde una lluvia de meteoros a la Luna de Flores: Los eventos que harán brillar el cielo en...
El significado espiritual del colibrí: qué significa si lo miras o sueñas con él
El anestesiólogo Edwin B. Liem, financiado por los Institutos Nacionales de la Salud , exploró en estas peculiaridades dando como resultado que los pelirrojos son más sensibles al dolor térmico (es decir, la percepción del dolor provocado por el exceso de frío y calor), y que también son más resistentes a los efectos nocivos de dolor de ciertos anestésicos. El segundo estudio encontró que las pelirrojas requiere, en promedio, 19% anestesia más que las mujeres de pelo oscuro.
Un estudio anterior del Lars Arendt-Nielsen reveló que las mujeres pelirrojas son menos sensibles a las sensaciones punzantes (como la de un pequeño pinchazo), que las morenas y las rubias.
Comportamiento que podría provocarse precisamente por las variaciones en el comportamiento entre el gen mutante y la endorfina.
Fuente: Redheads experience pain differently than the rest of us (io9)