A diferencia de hace unos cuantos años, cuando la basura se tiraba indiscriminadamente y todo iba a parar al mismo lugar; la gente ya está más consciente de lo que tira al basurero – o al menos, eso quisiera pensar.
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Si este no es el caso, al menos más gente está utilizando y re-utilizando algunas cosas en casa, en lugar de condenarlas al fondo de un basurero. Tal es el caso de los desechos orgánicos, que si bien pueden ser muy útiles para nutrir al jardín y las plantas, hay que escoger cuidadosamente qué podemos utilizar como composta y que es mejor que se vaya definitivamente de la casa.
Aquí algunas recomendaciones de basura orgánica que sería mejor no dejar en el jardín:
1. Residuos de pan, leche y carne: no somos los únicos a los que les gustan estos alimentos; también es el alimento preferido de las llamadas pestes urbanas: insectos, ratas y otros pequeños mamíferos.
2. Heces animales y humanas: pequeñas partículas de estas pueden volar e impregnarse en la comida o superficies con las que estamos en contacto constantemente. Recuerda que son la cuna de enfermedades y parásitos; y exponerse a ellas es peligroso. Lo mismo aplica con productos higiénicos como tampones, pañales, etc.
3. Plantas enfermas y parasíticas: si pones una planta enferma en el compuesto, probablemente lo que sea que la haya afectado se propague en el miso y termine por contaminar a las demás. Por otro lado, las plantas parasíticas – o hierba – hallaran la manera de crecer y volverse una plaga en tu jardín, esto incluye quitarle los nutrientes a otras plantas y acabar por matarlas.
4. Aceite de cocina: el olor es como una invitación para los animales, que además de que se pueden volver peste, también pueden dañar tu jardín.
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5. Papel de revistas o con demasiada tinta: envolturas, recortes, lo que sea que tenga demasiada tinta y ese recubrimiento que le da al papel ese aspecto de plástico no son una gran elección para agregar al compuesto. Las tintas no se disuelven con facilidad y cuando lo hagan depositaran toxinas que irán directo al suelo.
Lo que sí puedes utilizar: cáscaras y residuos de frutas y verduras, los residuos de café, semillas, heces de animales no carnívoros, plantas y hojas muertas.
Fuente: Mother Nature Network