Como cada año se espera la llegada de millones de mariposas Monarca a tierras mexicanas. Después de viajar más de 4.500 kilómetros desde Canadá, las mariposas descansan y se reproducen durante la época invernal en un área particular ubicada entre el Estado de México y Michoacán.
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El fenómeno es algo impresionante y sin igual en la naturaleza, no solo por la belleza de ver tantos árboles cubiertos por el tono naranja característico de las mariposas sino también por la gran hazaña que es su migración desde tierras tan lejanas siendo criaturas tan frágiles.
Los santuarios ya abrieron sus puertas para recibir a cientos de visitantes que cada año se regalan presenciar este impresionante acontecimiento. Unos de los principales santuarios son el Rosario, Municipio de Ocampo y Sierra Chincua, municipio de Angangueo.
Además del avistamiento de las mariposas se puede disfrutar de otro tipo de actividades como pasear por el bosque a caballo, pie, bicicleta o tirolesa.
Los santuarios están calificados por la UNESCO como una de las cuatro bellezas naturales declaradas Patrimonio de la Humanidad en el territorio mexicano.
