A pesar de generar un total de 59,7 de cada 100 megawatts (MW) consumidos en España, la industria eólica se encuentra en un delicado momento.
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La incertidumbre legal y falta de claridad a la hora de invertir han provocado la caída de 10.000 puestos de trabajo (2009), y no se descarta la perdida de 15.000 plazas más.
A esto se suma que el Ministro de Industria español, Miguel Sebastián, quería aprobar antes del 20 de noviembre un decreto que recortaba el 40% de las primas que percibe el sector y que sólo desestimó luego de presiones ejercidas por el Partido Socialista Obrero Español (PSOE).
Las proyecciones de la industria eólica indican que pasaría de una rentabilidad de entre el 8% y 9% anual a sólo el 4,8% o 5,3%, con lo cual se hace más atractivo invertir en bonos públicos y los bancos dejarían de financiar nuevos proyectos.
Ante una “mala regulación”, la industria eólica prefiere negociar con el nuevo gobierno y que, de ser el Partido Popular (PP), apostaría por un equilibrio entre todas las industrias energéticas existentes y las capacidades disponibles. De todas formas la industria eólica asume que sus problemas no son prioridad para el nuevo Ejecutivo.
Desde el año 2009 se comenzó a notar la falta de una regulación que sustituya la actual, que vence el 2012, y que debería fijar las reglas del mercado eólico a partir del año 2013. Es esta incertidumbre la que ha hecho que el peso del sector eólico en la economía española pase del 0,4% del PIB en 2008 al 0,28% del PIB en 2010.
La industria se encuentra barajando diversas opciones para salir del atolladero y conseguir el financiamiento para nuevos proyectos, pero hasta el momento no hay ninguna solución.
Fuente: La energía eólica bate récords pero teme perder la mitad de su empleo (elPeriodico.com)