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Debido a la falta de viento, a la capa de inversión térmica (el aire en altura es menos gélido que el aire cercano a la superficie terrestre) y al uso indiscriminado de calefacción a leña, el valle de Santiago tenía ayer casi 500 mgr / m3 de partículas en suspensión, y las autoridades determinaron decretar preemergencia ambiental.
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Es la séptima preemergencia del año y equivale a prohibir la calefacción a leña o biomasa en cualquiera de sus formas, sacar de circulación a la quinta parte del parque automotriz (unos 200.000 vehículos) y detener poco menos de 900 fuentes industriales.
Los dejamos con una serie de vistas de la ciudad tomadas desde San Carlos de Apoquindo.
