(cc) Sebastián Piñera
La ex candidata presidencial brasileña, Marina Silva, dejó el libertad de acción a sus votantes luego de no pasar a la segunda vuelta, pese a tener un 20% de las preferencias, ya que sentía que ninguno de los dos candidatos se la había jugado realmente por el MA. Será, finalmente, ese 20%, el que decidirá quién será el próximo presidente de Brasil. Posición inmejorable para el partido verde, quienes podrán negociar reformas reales a los problemas ecológicos que se viven hoy por hoy en el país carioca.
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Pero bueno, no en todos los países se dan estos escenarios en los que los partidos ecologistas tienen, efectivamente, poder de negociación. Y es por eso, que la lógica tendería a pensar que “nuestros” representantes serían los ministros encargados de velar por la protección del medio ambiente. ¿Pero qué pasa cuando dichos ministros no terminan siendo más que voceros que tratan de justificar lo injustificable?, ¿qué pasa cuando nuestro ministro de Energía sale diciendo que necesitamos proyectos como Hidroaysén y Castilla para generar la energía que necesita el país?
¿Por qué no, para variar, ponen en esos cargos a personas que realmente quieran proteger el planeta, más que salir a dar declaraciones diciendo que “todo se ajusta a las normas legales“?
Que lástima que Marina Silva no haya pasado a segunda vuelta. Estoy seguro de que habría puesto en los ministerios del medio ambiente y energía a personas propositivas, que aportaran ideas nuevas sobre cómo generar energías limpias sin arrasar con el medio ambiente. ¿Acaso el señor Raineri no sabe que la central Castilla contaminará cuatro veces lo que contaminaría Barrancones?
Y qué suerte la de algunos medios de poder acceder tan fácilmente a ministros para que hagan “publireportajes” en sus páginas, mientras que otros, como nosotros, llevamos meses tratando de poder hablar cara a cara con la ministra del Medio Ambiente, siendo que también ella ha salido dando entrevistas que poco y nada tienen que ver con el cuidado del medio ambiente. Tal vez esos otros medios están más preocupados que nosotros. O tal vez, justamente aceptan porque saben que ahí no tratarán de ponerlos entre la espada y la pared como sí lo haríamos nosotros.
La columna del ministro de Energía, Ricardo Raineri, señalando que debemos optar por opciones energéticas como Hidroaysén y Castilla es una vergüenza. Al título, que decía “Necesitamos energía”, faltó agregarle “A cualquier precio”.
Entonces concuerdo con el ministro en que necesitamos energía, pero ¿a cualquier precio?
¡NO!
Links: Columna ministro de Energía: “Necesitamos energía” (emol)