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(cc) Ferran.
Ya fue polémico cuando el alcalde de Nueva York, Michael R. Bloomberg, prohibió fumar en bares y restoranes. Bueno, ahora también quiere erradicarlo de parques, plazas y playas. Sí, como lee: PRO-HI-BI-DO. Esta medida, de ser aprobada, regiría sobre más de mil 700 parques y 14 millas de playas públicas. ¿Qué tal?
Si bien creo que es una medida bastante extrema, personalmente me agrada (porque no fumo) y la verdad es cada vez me molesta más el cigarro. Entonces, mientras menos contacto tenga con el humo (sobre todo porque la ropa también queda impregnada de su olor), mejor.
Pero también me pongo en el caso de los fumadores, y creo que estando al aire libre no debería haber problemas para que alguien pueda fumar, porque mal que mal ya se empiezan a coartar las libertades. Si una persona quiere fumar, está en su derecho de hacerlo. Está bien que no lo hagan en lugares cerrados como bares y restoranes, pero al aire libre creo que está mal (por más que me agrade la medida).
Uno de los argumentos que usó Bloomberg, es que un estudio demostró que una persona que está sentada a un metro de distancia de una persona que está fumando -incluso estando al aire libre- está expuesta a casi los mismos niveles que una que está al lado de un fumador en un espacio cerrado. Y agregó: “Cuando los neoyorquinos y visitantes van a los parques y playas en busca de aire fresco, habrá, efectivamente, aire fresco para respirar. La mayoría de la gente no le gusta que usen sus playas como cenicero”.
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¿Qué opinas de esta medida?
Fuente: (The New York Time)
