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(cc) David de Biasí
Hace un tiempo atrás les contamos que en Cataluña, España, se había logrado prohibir las corridas de toros. La ONG AnimaNaturalis estuvo detrás de esta iniciativa. Creada en 2003 por Francisco Vásquez, chileno, hoy tiene presencia en 7 países y conversa con VeoVerde sobre la batalla ganada y las que quedan por ganar por la defensa de los animales.
VV: ¿Cuáles son los alcances y proyecciones de la prohibición de las corridas de toros en Cataluña?
FV: El tema de abolir las corridas de toros en España es complejo. Tienen el apoyo de la clase política más conservadora, representada en el Partido Popular, y una ayuda anual que supera los 600 millones de euros provenientes de impuestos (para una actividad que no da trabajo a más de 8 mil personas). Sin embargo, el impulso de la prohibición en Cataluña ha motivado a otras regiones a plantearse el tema. Entre las que tienen mayor posibilidad de lograrlo en los próximos años se encuentran Galicia, Asturias, Baleares y quizás Euskadi. En muchas regiones de España sólo hay corridas de toros durante una semana (o dos), una vez al año. La afición no es grande y el costo político para defender un espectáculo no representativo para la gente es muy alto. Las regiones con mayor afición son Valencia y Madrid, pero el tema ya estpa debatiendo incluso ahí. En Madrid se presenta a mediados de septiembre una Iniciativa Legislativa Popular para abolir la tauromaquia… que probablemente sea rechazada porque el Partido Popular tiene mayoría en la Asamblea de esa Comunidad Autónoma. Sin embargo, lo gestionaremos para generar debate en todo el país y apoyar otros procesos.
VV: ¿En qué otras partes pretenden presionar para replicar esta medida?
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FV: Se han presentado Iniciativas Legislativas Populares (ILP) en Euskadi, Asturias y Madrid, y un grupo de partidos políticos han presentado su propia propuesta en Baleares y proximamente en Galicia. En España, Canarias y Catalunya prohiben los espectáculos donde se maltrate o mate animales, sin excluir la tauromaquia. Quitar la excepción que protege las corridas de toros es la estrategia.
VV: ¿Cómo te involucraste con esta iniciativa?
FV: ¿Cómo no podría hacerlo? Cuando te das cuenta que tienes la oportunidad de mejorar la vida de muchos, es muy difícil encontrar excusas. Hemos trabajado por los animales durante los último 7 años, y eso te pone en un lugar privilegiado para ser escuchado, argumentar con propiedad y sobre todo, para aprovechar las oportunidades que se ofrecen. Si estás lo suficientemente atento, todo el mundo tiene la oportunidad de cambiar el mundo para los que más sufren. Es sólo cosa de no encontrar excusas cuando te llega el momento. Hacer sufrir a alguien está mal, no importa de qué especie sea quien sufre.
VV: ¿Cuál es tu definición de las corridas de toro?
FV: Es una tradición que quizás tuvo su sentido hace siglos, pero que hoy carece totalmente de valor. Cualquier espectáculo que maltrate, torture y mate a animales es contrario a todo lo que consideramos digno de ser cultura. Las corridas de toros era una diversión popular, donde un pueblo iletrado y hambriento se distraía… eso fue lo que retrató Goya. Hoy en día se utiliza la tauromaquia como símbolo de España… siendo que no existe una única España: se trata de un país diverso, con decenas de lenguas propias, tradiciones y costumbres. Las corridas de toros, como símbolo de unidad, es muy importante para los partidos conservadores, pero es una razón política, no cultural… y mucho menos, ética.
VV: ¿Cuáles son las consecuencias para los animales después de estos eventos?
FV: Todos terminan muertos. No hay otra consecuencia. En una corida de toros, sus pulmones son atravesados con lanzas,para que se llenen de sangre y no puedan respirar con normalidad. Luego son banderillados, para romper los músculos de sus cuellos y espalda, obligándolos a bajar la cabeza y que sus heridas no puedan cerrar. Siguen perdiendo sangre durante largos 20 minutos. Luego son toreados. Obligados a correr y tratar de defenderse de un hombresillo al que apenas pueden ver. Pierden sangre y fuerzas. Luego el torero les clava una espada que termina por colapsarlos. No mueren. Luego viene un mozo que les entierra un pequeño cuchillo en la nuca, para inmovilizarlos. Luego son arrastrados y llevados al matadero que hay dentro de cada plaza… y son destazados… aún vivos. Finalmente, mueren. Seis toros sufren esta suerte en cada corrida… centenares de miles de toros cada año.
VV: En vista de que eres chileno, ¿qué opinas del rodeo como deporte?, ¿debería prohibirse?
FV: Primero que nada, no es un deporte. Es sencillamente una muestra de habilidad de campesinos para realizar labores que ya no son necesarias ni representan a la población de un país. Creo que debieran prohibirse o al menos debatir las razones de su existencia. No existe ningún argumento que pueda defender el uso de animales para diversión, tanto en el caso del rodeo como en las corridas de toros. Por supuesto, por razones políticas, los partidos más conservadores defienden el rodeo como símbolo de unidad de un país… una nación que no tiene más de 200 años y que perfectamente está en situación de crear símbolos patrios mucho más representativos que el rodeo. El tema de la tradición o costumbre es absurdo, es ridículo… no podemos mantener tradiciones que dejan de identificar al pueblo que las realiza. Es parte del desarrollo moral de una sociedad. No podemos poner una tradición por encima de la razón. Chile terminó con las corridas de toros en 1810… y muchos estamos esperando nuevas muestras de modernidad en un futuro próximo.