Lifestyle

Mousse de frambuesa

PUBLICIDAD

La estrella rock del momento quería frutillas y no frambuesas orgánicas como las que le llevé al hotel cumpliendo con el pedido. Me devolví del Hyatt a la casa con los 2 kilos de ellas pensando cómo las aprovecharía.

Hoy he pasado el papelón de mi vida. La Clarita y una amiga y me piden un postre rico. Claro digo yo, prepararé Camotes Brulé, se escucharon grillos caminar por la casa. Algo mejor con chocolate, agregaron. Excelente, dije, les parecen unos brownies?

No, dijeron al unísono. Podría repetir entonces la Crema Catalana. Mamá, la última vez te salió malísima. (Por cierto que me acuerdo). Tía, dice la Pascal, y unas sopaipillas. SOPAIPILLAS! Pero si no tengo idea cómo se hacen. Entonces calzones rotos, acotó. La conversación había llegado a un punto de no retorno. Tenía que cumplir con mis dos recetas diarias y no podía dedicarle el tiempo a platos tan “simples”. En la sección comida chilena aparte de empanadas y porotos granados, nada de nada.

Parece que tendrán que esperar un año más para eso. Hoy, si el menu no está en Mi Libro, no se hace. Así nació el Mosusse de Frambuesa, de unas cajas que me devolvieron del Hotel Hyatt ya que el cantante rock del momento, quería solamente frutillas orgánicas.

No hay palabras para graficar lo sencillo de preparar y lo rico que es. Claras batidas con jugo de limón, azúcar, esencia de vainilla y crema batida. Todo a un molde y 8 horas al freezer. Aquí me entró la duda. Lo hice en la noche y lo sacamos al otro día, pasó más rato, estaba durísimo pero comible. En el refrigerador, se hizo una salsa de frutillas abajo y continuaba muy rico y espumoso, pero me entraron dudas con lo del freezer. Dos días después terminé llevando el mousse a curacaví, sin resistir la calefacción ni el movimiento, llegó hecho crema e igual languetearon los platos. La vida es muy rara, cuando estaba en su punto ni lo cotizaron, dos días después, todo desintegrado era el éxito de taquilla.

PUBLICIDAD

Tags


Lo Último