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Hacer ejercicio siempre es bueno para nuestro organismo, nos mantiene en forma, previene enfermedades cardíacas y nos da energía. Esta semana en cuerpo sustentable elegimos el trote, porque es un deporte que no requiere gran esfuerzo físico, se practica generalmente al aire libre, es más lento entonces puedes disfrutar del paisaje o escuchar música. Sólo necesitas mantener el ritmo y no es necesario que te apures.
El trote regular aumenta la potencia del sistema energético, que transforma la energía química en movimientos de larga duración. Mejora la capacidad aeróbica, es decir, podemos impregnar más oxígeno en la sangre en los pulmones; hace que circule más sangre con oxígeno en los músculos; y quemas grasas y azúcares.
Además fortalece los músculos y el esqueleto, además la mente puede divagar en paz, con muchas pausas entre los pensamientos, por ser un deporte de largo aliento. La atención queda puesta sólo en sentir nuestro cuerpo en movimiento. En vez de dejarnos cansados, nos deja muchos más conscientes y con energía.
Al ser un deporte de alto impacto: nuestras rodillas y tobillos rebotan en cada zancada, recomendamos hacerlo máximo día por medio, si es que no es corredor profesional. El biorritmo nos dará la pauta para aumentan o disminuir la carga. Cada vez que sintamos dolor, debemos parar el trote. Hay que calentar diez minutos antes de la carrera, para cuidar las articulaciones, y elongar durante cinco minutos de menos a más. Tenemos que tratar de correr por superficies blandas y usar zapatillas con máxima amortiguación, el pavimento es más duro que el asfalto.