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Chiloé: Tierra de curantos y tradiciones gastronómicas

Si te gusta el turismo culinario tienes que conocer la tradición gastronómica de la Isla de Chiloé en el sur de Chile, un lugar recientemente reconocido como Patrimonio Agrícola Mundial.

La isla de Chiloé es uno de los destinos más atractivos del sur de Chile. Con un paisaje maravilloso, una fuerte cultura local y una economía mayormente agraria, Chiloé es una tierra privilegiada para la producción de alimentos y ganado, con una biodiversidad muy grande. Dentro de este ítem destaca por tener una gran variedad de tipos de papas nativas, distintos tipos de ajo, muchos mariscos o frutos del mar, y un montón de otras maravillas gastronómicas, como sus quesos y corderos.

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De hecho, en octubre pasado, el ecosistema de Chiloé fue reconocido como “Patrimonio Agrícola Mundial” por la FAO, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura, en el marco de un programa que busca “establecer las bases para el reconocimiento global, la conservación dinámica y el manejo sostenible de sistemas agrícolas patrimoniales de importancia mundial”. Es decir un reconocimiento que busca mantener y poner en valor las tradiciones agrícolas y culinarias de esta isla, así como a la gente que las preserva, productores y cocineros.

Si quieres visitar la Isla de Chiloé, el verano chileno es una de las mejores épocas, justamente este fin de semana 16 y 17 de febrero se realizará la gran Fiesta Costumbrista de Castro en el Parque Municipal de esa ciudad. Un evento dedicado a la cultura chilota, donde hay una importante muestra gastronómica, donde se puede probar todos los platos típicos de la isla como el Curanto chilote, el asado de cordero, los milcaos, el licor de oro, la chicha de manzana, las mistelas y un largo etcétera. Todo esto acompañado de stands de artesanía y bailes, música y juegos tradicionales chilotes.

Una de las preparaciones que no puedes dejar de probar es el Curanto Chilote (en la foto principal), el que se cocina desde hace siglos cuando los indios chonos habitaban la isla, incluso se ha encontrado vestigios de curantos de hace 6.000 años atrás. El nombre del plato viene de la palabra mapuche Curantü que significa “piedra calentada al sol”, lo que define exactamente como se prepara, sobre piedras.

La preparación lleva mariscos como almejas o tacas, cholgas, choritos, picorocos o navajuelas; carnes como pollo, cerdo ahumado, cordero y longanizas, y verduras como papas, cebolla, hojas de repollo. Todo esto se cocina al vapor, puesto en capas sobre un profundo hoyo hecho en la tierra sobre el cual se ponen piedras, calentadas con carbón y leña, las que se retiran antes de poner los ingredientes. La preparación se tapa con hojas de nalca (planta típica de la zona) y pastelones de pasto y se deja cocinar todo tapado al vapor. Al servirlo es como un gran estofado, que se puede acompañar de pebre (tomate, cebolla, perejil y ají) y del tradicional chapalele, una especie de pan hecho de papa y de milcao, otro tipo de pan a base de papa y chicharrones.

Si te interesan los viajes culinarios, Chiloé es un destino a visitar donde todavía puedes ver y comer preparaciones auténticas y locales. Un lujo para estos tiempos.

 

Fuente: “Curanto, la receta anciana de Chiloé” (Historia, Cocina y Cultura Chilena) y Cocinarte Chile.

 

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