Mejillones y papas fritas: Una mezcla deliciosa e infalible

La primera vez que probé los mejillones con papas fritas en Bruselas me pareció una mezcla un tanto inusual, pero al probar lo ricos que quedan pensé cómo en Chile no teníamos este plato, siendo que tenemos mejillones (choritos) por montones. Los moules et frites, como se llama este plato en francés, son un plato típico de Bélgica y del norte de Francia (Normandía) y si lo piensan juntan uno de los mariscos que más abundan en sus costas y las papas fritas, una especialidad de la zona. Si pueden escoger, prueban las papas fritas a la manera belga, tienen doble fritura, una para cocerlas y otra para que queden bien crocantes. No por nada todo Bruselas está lleno de friterías.

La combinación es la fuerza de este plato, ya que mezcla lo mejor de la comida rápida, las papas fritas, con una preparación de mejillones (choritos) al vino blanco simple y más gourmet. Además, untar las papas fritas en la reducción de vino es verdadero placer. Esta receta es ideal para compartir, ya sea en invierno o en una noche de verano en la playa. La manera más clásica de prepararla incluye chalotas, perejil, tomillo, una hoja de laurel, una rama de apio, dientes de ajo, un poco de mantequilla y vino blanco. Primero se llevan a fuego moderado por unos 10 minutos el vino y las hierbas y luego se agregan los mejillones, un poco más de vino y la mantequilla y se cocina hasta que los mejillones empiecen a abrirse.

Existen variaciones de este plato, como los mejillones a la Normanda, que incluyen crema, la que también se agrega al final. También hay otras recetas que incluyen además de crema unos pedacitos de tocino, o una salsa a base de cerveza negra y crema. Cualquiera sea la receta escogida, la preparación no demorará más de 15 minutos.

Si te tientas, acompáñalos de un vino blanco o una buena cerveza belga.