A siete años, recordamos la boda del príncipe William y Kate Middleton

A tres días de la boda más esperada del año, la del príncipe Harry con Meghan Markle, recordamos la otra boda real que enloqueció al mundo en 2011: la del príncipe William con Kate Middleton.

Ya han pasado siete años desde aquel mágico día que pareció sacado de una película de Disney: carruajes rojos y dorados tirados por caballos, multitudes embanderadas, brillantes uniformes e intrincados sombreros, así como príncipes y princesas.

La boda de William y Kate, que tuvo como padrino a su hermano el príncipe Harry, fue seguida por un millón de personas en las calles de la capital inglesa, 500 mil solo en el perímetro de Buckingham, y por más de 2 millones de personas a través de la televisión.

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Se estima que el gasto total de la boda fue de £20 millones de libras ($500 millones de pesos) y el gasto lo absorbió la familia real y la familia de la novia, los Middleton. Mientras que los gastos de seguridad y transporte fueron cubiertos por el Tesoro Británico de Su Majestad.

William y Kate derritieron a los presentes al besarse dos veces en el balcón del Palacio de Buckingham. Y es que la relación que existe entre ellos, es una relación romántica, perfecta, basada en el amor y compañerismo.

En cuanto a los invitados, existieron tres listas. La primera, de 1.900 personas, para asistir a la ceremonia religiosa en la abadía de Westminister; la segunda, de 600 invitados, para formar parte del almuerzo de recepción en el Palacio de Buckingham, presidido por la Reina; y la tercera, más íntima en la que solo 300 nombres figuraban, para la cena de gala oficiada por el Príncipe de Gales.

En la ceremonia de la boda, a pesar de toda su pompa y solemnidad, tuvo un tono personal y casi íntimo sellado por las miradas y sonrisas entre los novios, quienes actualmente ya tienen tres hijos: el príncipe George de 4 años, la princesa Charlotte de Cambridge, de 3 años y Luis de Cambridge, quien nació el 23 de abril.

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