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Descubrió la infidelidad de su esposo gracias a Facebook
Una supuesta depresión fue la coartada que usó Maurice Gibney para abandonar a su esposa Yve e hijo, tras 17 años de matrimonio. Un trabajo lejos del hogar contribuyó para que el hombre pudiera armar su plan: se casó con otra mujer sin divorciase.
Todo ocurrió en Reino Unido, donde nació la pareja que trabajaba lejos de su hogar cuando se conocieron en 1995. Ella enfermera y él constructor coincidieron en Nigeria, apenas tres meses después se casaron y a los dos años tuvieron a su hijo.
Pero Yve tenía un hijo de una relación anterior, que demandó su presencia en Inglaterra unos años después. La mujer contó a la BBC en la distancia la relación funcionaba: “Todavía estábamos en contacto. Solíamos mandarnos mensajes de texto todos los días. Nuestros amigos siempre decían que probablemente nos comunicábamos más que la gente que vivía bajo el mismo techo.”
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Todo cambió en 2011, cuando Maurice aceptó una oferta en Omán. “Me dijo que se estaba deprimiendo, que le estaba costando adaptarse y que uno de los motivos era que no estaba viniendo a casa tan frecuentemente”, relató Yve inocente.
Relación en crisis
La relación entró en crisis y fue en diciembre de 2012 cuando estalló todo. Maurice no viajó a casa para Navidad, pero regresó al mes siguiente para terminar la relación. Más nunca lo vieron, sino cuando Yve decidió interponer su divorcio.
El constructor jamás pensó que un error dejaría al descubierto su otra relación. La enfermera llamó preocupada a una empresa de alquiler de autos, que su esposo habría contratado, para saber de su paradero y allí le revelaron su ubicación.
El sujeto había registrado otra dirección en West Midlands, a donde Yve llamó en varias ocasiones creyendo que era el hogar de unos amigos de Maurice. Ante su silencio, la enfermera no dudo en seguir el proceso de separación sin saber que en Facebook obtendría una clave del paradero de su esposo.
El día de la verdad
En abril de 2013 vio unas fotos de sus hermanas en una boda; ella sospechó pero sus amigos se burlaron de sus dudas. Pasó un año para confirmar sus sospechas: volvió a llamar a la casa de West Midlands y descubrió que se había casado.
De nuevo acudió a la red social para buscar información. Encontró la cuenta de la nueva esposa de Maurice y “en su foto de perfil estaba ella vestida de novia y besando a mi marido”.
La mujer lo demandó, pero aunque el fallo la favoreció aún no se ha hecho justicia. Para el juicio se endeudó por 76 mil dólares, que pagó con sus tarjetas de crédito. El juez ordenó que Maurice asumiera los costos en los siguientes cuatro días, pero nunca lo hizo.
