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Vuelve la magia en todo lo alto: una secuela más oscura, emocionante y absolutamente inolvidable

La segunda parte marcará “por siempre” un gran legado musical

Wicked For Good
Wicked For Good Un homenaje en todo su esplendor a la obra original (Universal Pictures)

Las adaptaciones cinematográficas de musicales siempre han sido un arma de doble filo: o las amas o las odias. Los fans son exigentes y no perdonan un desliz que mancille su obra favorita. Sin embargo, pocas películas han logrado superar expectativas y honrar su versión teatral como lo hizo Wicked, la adaptación del musical de Broadway que transformó la percepción del cine musical en Hollywood. Tras un primer filme que fascinó a la crítica y a la audiencia por igual, la esperada segunda parte, Wicked: For Good, llega finalmente a los cines después de un año de espera. ¿Valió la pena el intermedio más largo de la historia del cine musical? La respuesta está en el esplendor, la emoción y el poder de sus protagonistas.

Una entrega emocionalmente intensa

Wicked For Good
Wicked For Good Una segunda parte llena de emoción, acción y magia (Universal Pictures)

Wicked: For Good retoma la historia justo donde terminó la primera película: Elphaba (Cynthia Erivo) enfrenta el exilio y la persecución tras desenmascarar al Mago de Oz (Jeff Goldblum), mientras Glinda (Ariana Grande) navega su nuevo rol político bajo la influencia de Madame Morrible (Michelle Yeoh) y se prepara para su boda con Fiyero (Jonathan Bailey).

El director, Jon M. Chu, aprovecha el Acto II para profundizar en los personajes y sus relaciones, incorporando escenas y canciones nuevas que fortalecen el ritmo y dan mayor sentido a la narrativa, creando una experiencia emocional que toca las fibras más profundas del corazón.

Para quienes conocen la puesta original y creen saber qué esperar, Wicked: For Good guarda grandes sorpresas, igual de impactantes que para quienes lo viven por primera vez. El segundo acto es más complejo y emocional que el primero, entre la búsqueda de justicia y la lucha contra la corrupción, hasta la redefinición de qué significa realmente ser “malvada” y qué significa ser “buena”.


Actuaciones que dejan huella

Wicked For Good
Wicked For Good La nueva entrega de Wicked confirma una era gloriosa para el cine musical (Universal Pictures)

El verdadero motor de Wicked: For Good son sus protagonistas. Cynthia Erivo reafirma su dominio vocal y actoral, haciendo de Elphaba una figura trágica y poderosa a la vez. Ariana Grande, por su parte, despliega todo su carisma y talento, convirtiendo a Glinda en un personaje más complejo, humano y brillante que en la primera película. La complicidad entre ambas brilla especialmente en For Good, tema del cual -muy acertadamente- se desprende el título de esta segunda parte que captura la esencia de su amistad y el impacto mutuo de sus vidas.

El diseño de producción y la estética visual continúan siendo otro punto fuerte: vestuarios vibrantes, escenarios deslumbrantes y efectos que logran un equilibrio perfecto entre fantasía y realismo, demostrando que el cine musical puede ser espectáculo y profundidad a la vez.

Aunque algunos críticos dirán que el ritmo puede sentirse pesado y que las nuevas canciones (pensadas para competir en la temporada de premios) no alcanzan la fuerza de clásicos como Defying Gravity o Popular, ni de los temas del segundo acto como No Good Deed o As Long As You’re Mine, no hay duda de que el enfoque cinematográfico de Chu enriquece el material original, ofreciendo una narrativa más profunda y emocionalmente satisfactoria.

¿Valió la pena la espera?

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Wicked For Good Ariana Grande sufrió ataque en premier de Wicked For Good y Cynthia Erivo la defendió (Universal Pictures)

Wicked: For Good no solo cumple con las expectativas, sino que las supera al ofrecer un cierre épico y conmovedor para la saga de Elphaba y Glinda. La película combina emoción, política y espectáculo en una experiencia que incluso los espectadores más escépticos reconocerán como un triunfo del cine musical moderno. Entre risas, lágrimas y vuelos en escoba, Chu nos recuerda que Oz nunca había sido tan grande, poderoso y emocionalmente resonante como ahora.

Wicked: For Good demuestra que, cuando se respeta el material original y se apuesta por actuaciones memorables, un musical cinematográfico puede conquistar a todos: los fanáticos de Broadway, los nuevos espectadores y aquellos que pensaban que el género estaba condenado a perder su magia.

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