Netflix continúa consolidando su apuesta por producciones de alta calidad que exploran todos los géneros, pero hay un terreno donde siempre destaca: el suspenso y el thriller. Desde historias de asesinatos enigmáticos hasta narrativas psicológicas que juegan con la mente del espectador, estos títulos tienen un atractivo innegable. La combinación de tensión constante, giros inesperados y personajes complejos hace que sea imposible apartar la vista de la pantalla, y La última noche en Tremor Beach no es la excepción. Esta miniserie española de ocho episodios, estrenada en 2024, logra envolver al público con una mezcla perfecta de misterio, horror sobrenatural y drama humano.
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Un thriller psicológico que juega con tu mente

La serie sigue a Álex, un pianista que, tras un doloroso divorcio, se traslada a la aislada localidad costera de Tremore con la esperanza de encontrar paz y reactivar su creatividad. Todo cambia cuando una tormenta eléctrica lo golpea y comienza a experimentar visiones perturbadoras sobre posibles amenazas a sus seres queridos y vecinos. Aquí es donde el suspenso se vuelve implacable: la narrativa borra la línea entre realidad y delirio, manteniendo al espectador en un constante estado de intriga.
Adaptada de la novela La última noche en Tremore Beach de Mikel Santiago, la historia utiliza flashbacks y premoniciones para construir un rompecabezas psicológico que desafía la percepción de Álex y, por extensión, la del público. Cada visión es una pista y, a la vez, un espejismo, creando una tensión que se mantiene hasta el episodio final. Como señala uno de los críticos: “La serie juega con la mente del espectador de manera tan efectiva que cada escena se siente cargada de peligro y misterio”.
El reparto, encabezado por Javier Rey, brilla especialmente en la representación de la paranoia de Álex. Su interpretación logra que sintamos cada duda, cada miedo y cada destello de intuición, convirtiéndolo en un protagonista atrapante. Sin embargo, algunos personajes secundarios podrían haberse explorado más, ya que en ocasiones parecen existir solo para avanzar la trama.
Belleza visual y atmósfera que te envuelve

Uno de los puntos más fuertes de la miniserie es su atmósfera. Filmada en el pintoresco Puerto de Vega en Asturias, España, Tremore se convierte en un personaje más: un pueblo costero oscuro, melancólico y lleno de secretos. La cinematografía, combinada con un diseño de sonido inquietante, logra que cada escena se sienta cargada de tensión, mientras la lluvia y el viento acompañan el descenso psicológico de Álex. Esta atención al detalle hace que incluso los momentos más lentos resulten hipnóticos, atrapando al espectador en un ambiente que mezcla lo bello con lo inquietante.
Si bien algunos críticos señalan que el ritmo es lento y que las repeticiones de las visiones pueden sentirse extensas, esta cadencia permite que la intriga se instale lentamente, haciendo que el giro final tenga un impacto mucho más potente. La revelación de que Álex posee una habilidad especial para prever eventos y los secretos oscuros de sus vecinos aporta un cierre satisfactorio que recompensará a quienes aguantaron la espera con paciencia.
Un thriller que vale cada minuto
Para los amantes del suspenso psicológico, La última noche en Tremor Beach es una experiencia que combina misterio, emoción y belleza visual en solo ocho episodios. Es cierto que su ritmo pausado y el desarrollo irregular de algunos secundarios pueden ser un obstáculo, pero la fuerza de su protagonista, la atmósfera única y los giros finales hacen que valga la pena sumergirse en esta tormentosa noche.