Netflix se ha consolidado como un referente en documentales que exploran casos impactantes y perturbadores. Desde crímenes históricos hasta historias modernas que parecen salidas de una película de terror, la plataforma ha sabido combinar investigación rigurosa, narrativa envolvente y acceso a material exclusivo para enganchar a millones de espectadores. Su fórmula es simple pero efectiva: mostrar lo increíblemente real, lo inquietante y, a veces, lo inimaginable. Ahora, “Unknown Number: The High School Catfish” está dando de qué hablar, provocando pesadillas y dejando a los espectadores con la boca abierta apenas 90 minutos después de su estreno.
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Lo que hace único a este documental no es solo el misterio detrás de los mensajes amenazantes, sino que la persona detrás del acoso es alguien inimaginable: la propia madre de la víctima. Este giro convierte a la historia en un caso casi inaudito, donde la confianza familiar se convierte en el epicentro de un terror moderno.
La historia real que helará tu sangre
El documental narra los hechos ocurridos en Beal City, Michigan, donde Lauryn Licari, de 13 años, y su novio de secundaria, Owen McKenny, comenzaron a recibir mensajes inquietantes de un número desconocido en 2020. Durante casi dos años, los textos incluyeron amenazas, comentarios sexualmente explícitos y mensajes que incitaban a Lauryn al suicidio. La pareja, inicialmente confundida, llegó a sospechar de amigos o compañeros de clase, sin imaginar jamás que el culpable estaba en su hogar.
El acoso no se limitó a la relación de Lauryn y Owen: cuando terminaron, los mensajes continuaron, incluso llegando a la madre de Owen y a la nueva pareja de él. El caso se volvió tan grave que las autoridades locales involucraron al FBI, quienes finalmente descubrieron la verdad: Kendra Licari, madre de Lauryn, era la autora de los mensajes. En 2023, Kendra se declaró culpable de dos cargos de acecho a un menor y fue sentenciada a 19 meses de prisión.
El documental muestra no solo la investigación, sino también imágenes de la detención, entrevistas con las víctimas y familiares, y una mirada directa a la mente de Kendra, quien justifica sus acciones como un intento de proteger a su hija de traumas similares a los que ella misma sufrió en el pasado.
Catfish y los peligros del acoso digital
El caso de Unknown Number es un ejemplo extremo de lo que se conoce como catfishing: cuando alguien crea una identidad falsa para manipular o acosar a otra persona. En este caso, la catfishing se mezcló con ciberacoso y acoso psicológico sostenido durante años, demostrando que las redes y aplicaciones de mensajería pueden ser armas peligrosas si caen en manos equivocadas. Este documental funciona como advertencia: el peligro no siempre viene de desconocidos en línea, sino a veces de personas de nuestro círculo más cercano.
Lauryn y Owen finalmente lograron reconstruir sus vidas. Lauryn vive bajo la custodia de su padre y ha logrado mantener cierta distancia de su madre, mientras Owen asiste a la universidad y continúa con sus estudios y deportes. Para los espectadores, este relato no solo impacta por la intriga del caso, sino también por el trauma psicológico que revela y la resiliencia de las víctimas.
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Una mirada que combina investigación y narrativa
Dirigido por Skye Borgman, el documental presenta un balance entre evidencia documental —como mensajes, registros policiales y entrevistas— y narrativa cinematográfica que mantiene a la audiencia al borde de la butaca. La participación de Kendra en la película, explicando sus razones, agrega un nivel de incomodidad y fascinación que pocas veces se ve en producciones de true crime.
Netflix vuelve a demostrar que su fórmula para los documentales perturbadores funciona: impacto inmediato, narrativa humana y un misterio que no puedes soltar hasta conocer la verdad. Unknown Number: The High School Catfish es una prueba de que incluso 90 minutos pueden ser suficientes para dejar una marca emocional y abrir los ojos a los peligros reales de las redes.