Enrique Iglesias y Anna Kournikova han sabido construir uno de los romances más enigmáticos del espectáculo. Desde que se conocieron en 2001 durante la grabación del videoclip Escape, su relación ha despertado la fascinación de los fans alrededor del mundo. Él, convertido en un ídolo global de la música pop; ella, una de las tenistas más populares de finales de los noventa. Sin embargo, lo que más llama la atención de esta pareja no son sus carreras, sino la manera casi hermética en que han protegido su vida privada. Apenas comparten detalles de su intimidad, lo que hace que cada mínima aparición pública desate titulares y una ola de comentarios.
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Así sucedió recientemente, cuando Anna Kournikova fue captada en Miami mientras hacía compras junto a su hijo Nicholas, de siete años. La extenista rusa lucía un look relajado y oversize, pero lo que verdaderamente acaparó miradas fue su silueta: su pancita de embarazo quedó al descubierto, siendo ésta la primera vez que se deja ver desde el anuncio de la espera de su cuarto bebé.
Anna Kournikova reaparece con su pancita de embarazo
El pasado 4 de septiembre, Kournikova fue fotografiada a las afueras de un supermercado en Miami acompañada de Nicholas, uno de sus mellizos. Con leggins negros, un cárdigan color vino y gafas de sol, intentó mantener un perfil discreto para mantener en hermetismo total su embarazo.
Desde mediados de agosto circulaban rumores sobre un cuarto embarazo, mismos que fueron reforzados por la revista ¡Hola!, pero fue Enrique Iglesias quien terminó por confirmar la noticia. Durante su visita a México, el cantante fue abordado por la prensa y, aunque evitó dar demasiados detalles, dejó ver su entusiasmo: “Mucha responsabilidad, pero feliz y con muchísimas ganas”, confesó con una sonrisa.
De acuerdo con reportes, la extenista estaría en la mitad de la dulce espera, y aunque ha preferido guardar silencio en redes sociales, sus últimas apariciones públicas han alimentado la conversación: ropa holgada, prendas oscuras y el constante uso de sudaderas oversize, un estilo que parecería responder tanto a la comodidad como a la intención de mantener su embarazo bajo reserva.
Entre críticas y aplausos: la vida lejos de las canchas
Mientras que para muchos la noticia del cuarto bebé de Enrique y Anna ha sido motivo de alegría, no han faltado las voces críticas que cuestionan las decisiones de la extenista. En redes sociales abundan comentarios como: “Qué triste que abandonó su carrera” o “Se redujo a ser la esposa de Enrique Iglesias”.
Lo cierto es que Kournikova, quien llegó a ser número 8 en el ranking de la WTA y alcanzó un título mundial en dobles junto a Martina Hingis, decidió retirarse del tenis en 2003 tras una serie de lesiones que truncaron su carrera. En aquel entonces apenas tenía 21 años y, aunque su imagen ya era un fenómeno cultural, optó por alejarse de la atención mediática y centrarse en una vida privada más estable.
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Hoy, con 44 años, la exdeportista ha encontrado plenitud en la maternidad y en la discreción de su hogar. Junto a Enrique Iglesias han formado una familia con tres hijos: los mellizos Lucy y Nicholas, de siete años, y la pequeña Mary, de cinco, a quienes ahora se sumará un nuevo integrante.
Amor, familia y discreción: la fórmula de Enrique y Anna

Lo que algunos ven como “abandonar una carrera prometedora”, otros lo entienden como una elección de vida. Kournikova ha demostrado que la felicidad no siempre se mide en trofeos o validación pública, sino en la posibilidad de decidir y vivir bajo sus propias reglas.
Por su parte, Enrique Iglesias también ha hecho ajustes en su trayectoria musical para priorizar la paternidad. En más de una ocasión ha compartido su filosofía como padre: “Tener paciencia, escucharles, mimarles, quererles, repetirles constantemente que estás aquí con ellos aunque no estés físicamente, que siempre pueden contar conmigo y que siempre voy a estar ahí para ellos”, aseguró en una entrevista.