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La magia de lo ordinario cobra sentido en La vida de Chuck, un viaje de esperanza que deja huella

La psicoterapeuta Nancy Jiménez explica cómo La vida de Chuck nos invita a reflexionar sobre la vida y la muerte

La vida de Chuck
La vida de Chuck La película nos enseña que podemos dejar una huella duradera. (Diamond Films)

En tiempos donde la prisa, la incertidumbre y la desesperanza parecen ganarnos la batalla, el cine se convierte en un refugio capaz de detenernos, hacernos reflexionar y mirar la vida con otros ojos. Algunas películas no solo entretienen, también nos invitan a replantearnos lo esencial: el tiempo que tenemos, las decisiones que tomamos y la huella que dejamos en los demás.

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Ese es el caso de La vida de Chuck, la nueva película de Diamond Films protagonizada por Tom Hiddleston y dirigida por Mike Flanagan que adapta una novela corta de Stephen King incluida en su obra If It Bleeds. Con una narrativa en reversa y mezcla de géneros, la cinta nos enfrenta a la muerte, pero lo hace con esperanza, recordándonos que la vida, incluso en lo más simple, tiene un valor incalculable.

La vida de Chuck
La vida de Chuck Una historia que reconforta y emociona (Diamond Films)

“La película plantea dos elementos importantes: la muerte, que es un hecho, no sabemos cuándo ni cómo, pero es una certeza. Y el segundo, que mientras estamos vivos, mientras estamos aquí, tenemos la oportunidad de tomar decisiones que nos acerquen a lo que realmente queremos”, destacó Nancy Jiménez, psicoterapeuta y creadora de contenido conocida como @psicologadepelícula, en entrevista con Nueva Mujer.

De acuerdo con la especialista, la cinta construye un contraste intencional y poderoso: puede reconfortar y hacer sentir bien, pero al mismo tiempo invita a la reflexión e incluso incomoda con los cuestionamientos sobre la vida y la muerte que despierta.

Ese balance entre confrontar la mortalidad y, al mismo tiempo, darnos esperanza, convierte a La vida de Chuck en algo más que una historia fantástica. Nos recuerda que, incluso frente al miedo, existe la posibilidad de aprovechar el tiempo y darle sentido a nuestra existencia.

Una narrativa no convencional que despierta la imaginación

La vida de Chuck
La vida de Chuck En tiempos de prisa y caos, el cine nos detiene y nos hace mirar la vida con otros ojos. (Diamond Films)

Una de las claves está en la estructura narrativa de Mike Flanagan, quien rompe con lo convencional al contar la historia en orden inverso, comenzando con los momentos más intensos y llevándonos después hasta la niñez del protagonista. Para Nancy, este recurso no solo resulta original, sino que también involucra activamente al espectador

“La originalidad de cómo se cuenta la historia ya marca la pauta de que no es una película convencional. Además, comienza con el evento más fuerte y eso te hace preguntarte qué está pasando. Te deja todo a la imaginación, y creo que eso es todavía más potente que mostrar una imagen, porque en tu mente puedes crear muchos escenarios al mismo tiempo. Eso genera curiosidad y un vínculo más profundo con lo que ves en pantalla”.

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La psicoterapeuta también enfatizó cómo la película toca uno de los temas más universales: la mortalidad. Y es que, aunque pueda ser doloroso pensar en ello, La vida de Chuck propone un ángulo distinto que puede ser inspirador:

“La muerte es un tema que genera miedo y ansiedad porque no sabemos qué hay después. Pero lo esperanzador de la historia es que nos recuerda que mientras estamos aquí podemos aprovechar el tiempo: pasar momentos con la familia, con amigos, hacer lo que nos gusta. Y además, aunque la muerte física sea inevitable, siempre podemos dejar una huella en los demás, a través del arte, de nuestras acciones, de lo que compartimos. Eso también es inmortalidad”.

—  Nancy Jiménez, psicoterapeuta
La vida de Chuck
La vida de Chuck La película nos enseña que podemos dejar una huella duradera. (Diamond Films)

En una época donde la inmediatez y el caos dominan, La vida de Chuck llega como un recordatorio oportuno de que los buenos momentos, por pequeños que parezcan, son los que realmente cuentan. “Vivimos en una actualidad donde a veces parece que las malas acciones hacen más ruido. Pero yo creo que el bien sigue siendo más, solo que hace menos escándalo. La importancia de películas como esta es recordarnos eso: que los buenos seguimos siendo más”, señaló.

Una historia extraordinaria sobre lo ordinario

La vida de Chuck parece haber llegado en el momento justo. Su mensaje central es universal: la vida ordinaria de una persona, con sus alegrías, miedos y despedidas, contiene un universo completo.

A través de Chuck, interpretado magistralmente por Tom Hiddleston, entendemos que no necesitamos ser héroes para dejar una huella. Basta con ser humanos, estar presentes y atrevernos a vivir intensamente cada instante. Más allá de entretener, la película nos invita a detenernos, respirar y recordar que, incluso en medio del caos, la esperanza y la belleza de la vida siguen ahí, esperándonos en cada momento cotidiano.

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