Desde su estreno en 2021, El juego del calamar se consolidó como una de las series más impactantes de la historia de Netflix. Su mezcla de crítica social, tensión extrema y estética perturbadora capturó a millones. Pero tras tres temporadas, y especialmente tras el desenlace de la última, las opiniones se dividieron. Muchos calificaron el final como innecesariamente violento, otros aplaudieron su crudeza. Lo cierto es que la serie, incluso después de su cierre, no ha dejado de generar conversación.
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Y ahora, una de sus escenas más dolorosas ha vuelto a hacerse viral. La muerte de Jun-hee, la Jugadora 222, ha resurgido con fuerza en redes sociales, provocando un torrente de reacciones, lágrimas y una nueva controversia.
La jugadora 222: una de las muertes más desgarradoras de la saga
Jun-hee era uno de los personajes más queridos de la tercera temporada. Su historia -una mujer embarazada luchando por sobrevivir en medio del horror- tocó fibras profundas en la audiencia. En medio del juego de “Escondidas”, en el segundo episodio de la tercer temporada, entró en labor de parto. Con la ayuda de otras jugadoras, logró dar a luz. Esto trajo consigo no solo el reto de hacer que su bebé viviera sino que debía continuar participando en los juegos.
Con el tobillo roto, débil, recién parida, y cargando a su bebé, 222 debía jugar a “Saltar la cuerda”. Fue entonces cuando tomó una decisión devastadora. Le pidió a Seong Gi-hun que protegiera a su hija y se lanzó al vacío.
El momento fue tan crudo, que la propia actriz reveló en entrevistas que no pudo parar de llorar al leer esa parte del guión. Para muchos, fue el punto más cruel de toda la serie. Ahora hay quienes se preguntan: ¿realmente tenía que morir?
El debate que incendió TikTok
La discusión comenzó en TikTok, donde varios usuarios intentaron recrear la escena. Algunos lo hicieron cargando un bebé o a otra persona, mientras saltaban en un pie para demostrar que 222 podía haber cruzado y sobrevivido.
Pero pronto llegaron las respuestas, recordando el contexto: Jun-hee acababa de parir, tenía el tobillo fracturado, estaba exhausta, adolorida, débil, sangrando. No solo era físicamente imposible, sino que, emocionalmente, estaba devastada.
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La muerte de 222 reabrió viejas heridas de otro desgarrador final
La viralidad del debate trajo consigo una inevitable comparación: Titanic. Como en la escena final donde Jack Dawson se congela en el agua mientras Rose flota en una tabla de madera, miles de usuarios revivieron la eterna discusión respecto a si los dos cabían en la tabla.
“La pregunta de si 222 pudo sobrevivir es nuestro nuevo ‘Jack también cabía en la tabla’”, “Justicia para 222 y Jack Dawson”. “222 pudo haberse salvado y Jack sí cabía en la tabla con Rose”, se lee en redes.
Ahora, Jun-hee es vista como la “nueva Jack”. Su muerte se ha convertido en un símbolo de la injusticia narrativa, de los personajes que no deberían haber muerto, de los sacrificios que duelen más allá de la pantalla.
Pese a la polémica, lo cierto es que el sacrificio de Jun-hee fue un punto de quiebre emocional en la historia. Dio sentido al viaje final de Gi-hun, devolviéndole un propósito. Él, roto desde la temporada anterior, volvió a luchar, no por dinero, no por venganza, sino por una niña inocente.
