La crianza de Messi y Antonela: no se la ponen fácil a sus hijos para que vivan como cualquier otro niño

La relación de Lionel Messi y Antonela Roccuzzo ha sido aplaudida por el mundo entero ante la humildad, cariño, compañía y respeto que suelen expresarse a través de sus redes sociales y en cada una de sus apariciones públicas.

Como era de esperar ese amor y humildad que suelen mostrarse como pareja, se la han inculcado a sus hijos: Thiago, Matheo y Ciro, con quien llevan una crianza respetuosa e intentan que llevan una vida como cualquier otro niño pese a que su padre es uno de los jugadores mejores pagados del mundo.

La pareja que se conoció cuando apenas eran unos niños han sabido formar una familia llena de valores que no deja que el dinero y la fama le roben su humildad, sino por lo contrario, recuerdan su pasado para pisar siempre tierra.

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La crianza de Lionel Messi y Antonela Roccuzzo

Los Messi se han encargado de mantener a sus hijos alejados lo más posible del mundo mediático por lo que no suelen usar celulares en ningún momento, algo que resulta bastante raro, ante la gran cantidad de niños que usan actualmente estos artefactos de tecnologia.

Ellos prefieren evitarles la exposición a comentarios negativos, pues como el mismo Messi aseguró desean que lleven una vida feliz. Además, buscan que sean ellos mismos quienes decidan su futuro.

“Quiero que mis hijos hagan lo que les haga felices. Les encanta el fútbol, donde pueden se buscan una canchita y una pelota. Yo prefiero que vayan a una escuelita con los amigos”, dijo el argentino.

De igual manera, es inevitable no llevar una vida llena de lujos al ser uno de los mejores jugadores del mundo por lo que deciden ponerle algunas trabas a sus pequeños para que aprendan a valorar las cosas y se esfuercen por obtenerlas.

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Así lo hicieron durante la euforia que muchos niños tenían en obtener el álbum de figuritas del Mundial de Qatar, el cual si bien sus padres podían facilitarle todas las figuritas para llenarlo en solo días, prefirieron hacerlo paulatinamente para mantener la ilusión de los pequeños y que vivan la experiencia como cualquier otro niño.

 “Tanto Antonela como yo, estábamos muy encima, tenían que hacer cosas, ganarse los paquetes. No les poníamos todo ahí, porque además pierde su gracia abrir un paquete tras otro”. Contó.

De esta manera ellos, buscan inculcarle a sus hijos que nada es gratis en la vida y que todo esfuerzo tiene recompensa.

 “Se les hizo más difícil llenarlo, pero está bueno que ellos entiendan que tienen que valorar las cosas y ganarse lo suyo” expresó.