Katy Perry es una de las cantantes más bellas y queridas de la farándula internacional. El cariño de sus fans se lo ha ganado a pulso gracias a su increíble carrera y su talento frente a los micrófonos.
La intérprete se convirtió en madre con la llegada de la pequeña Daysi Dove, fruto de su relación con el actor Orlando Bloom.
Aunque por muchos tiempo fue aplaudida por su esbelta figura, tras el embarazo ganó algunos kilos de más que incluso no le han restado belleza.
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Katy Perry pone por delante su felicidad y salud mental
Mientras se adapta a la maternidad, la artista está enfocada en disfrutar los primeros años de su hija sin importar el qué dirán de su figura y poniendo por delante la felicidad de su familia y su estabilidad emocional.
“Realmente disfruté de mi experiencia. Todavía tengo 5 kilos más que cuando me embaracé, pero no tengo prisa. Ha sido un año. Me interesar más su felicidad y mi felicidad y salud mental. Las hormonas son… bastante interesantes”, expresó la cantante.
— Katy Perry
Perry se unió a la lista de famosas que se han encargado de naturalizar este proceso y mostrarse realmente con son mostrando por los que pasamos las mujeres.
Sin embargo, al tratarse una figura pública, Katy ha tenido que lidiar aún más con las críticas y rechazo por su aumento de peso, aunque esto no es algo que le da dolor de cabeza.
La artista ha aparecido en varias oportunidades disfrutando de la playa en compañía de su familia, sin miedo a ser captada por los paparazzis, demostrando que no se avergüenza de sus kilitos de más.
Por lo contrario, le recuerdan que gracias a su cuerpo trajo al mundo a su personita más especial.