Juana Viale, hizo este domingo su último programa, donde ha estado casi nueve meses sustituyendo a su abuela, Mirha Legrand.
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La actriz, hizo el ingreso al estudio con el tema Par-Tusa de El Dipy, y no paró de bailar por unos minutos.
Además, mostró su alegría de haber llevado adelante satisfactoriamente la conducción del ciclo más longevo de la televisión.
“Ya está, terminamos, váyanse todos a la…”, expresó con humor.
Asimismo, agradecido a todo el «equipo maravilloso» que por haberle hecho el «aguante» «de algo que no sabía hacer al principio».
“No saben lo que significa estar detrás de cámara con una mina que no sabía preguntar. Era imposible sin hacerlo sin todos ellos”, manifestó.
Durante el ciclo, la conductora repasó los mejores momentos del programa. En el final, antes de despedirse y brindar, Juana Viale agradeció nuevamente a su equipo de trabajo y a sus seres queridos.
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“Gracias por todo el aguante por la compañía en todo lo que fue este año”, dijo. “Fue un año diferente, enorme gigante, de mucho aprendizaje y de mucho dolor, pero siempre hay que tratar de mirar para adelante”, declaró.
Luego, se dirigió a un rincón del estudio donde la esperaba un biombo.
«Yo voy a empezar a retirarme porque terminé el ciclo maravilloso que me tocó vivir», dijo y se prestó a sacarse su ropa de diseñador. A los pocos segundos, apareció otra vez en pantlla con una pollera de jean, una remera y con sus pies descalzos.
«Esto es lo que soy yo, esta es Juana Viale. Esto es un poco de lo que no mostré. Muchas gracias por acompañarme, la vida va a mejorar”, cerró y con un silbido hizo entrar a su perra Tota para retirarse juntas por la puerta.
Este sábado se emitió el último programa de La noche de Mirtha y durante la breve introducción Juana atravesó varios estados de humor.
Bromeó con parte del staff sobre supuestos excesos navideños, le dedicó unas palabras a quienes no confiaban en ella y se emocionó hasta las lágrimas con un regalo de su padre.
