Los niños Cambridge aún están pequeños. Los tres hijos del príncipe William y Kate Middleton: George, Charlotte y Louis tienen apenas siete, cinco y dos años respectivamente; pero sin importar su edad deben cumplir todas las reglas impuestas por la monarquía británica.
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En la realeza británica existen normas y reglas de todo tipo, incluso para los casamientos y existe una que los tres niños Cambridge deberán cumplir a cabalidad cuando digan “sí, acepto” en sus bodas reales.
La misma regla ya la cumplieron sus padres William y Kate Middleton, actuales duques de Cambridge cuando se casaron, y hasta el príncipe Harry cuando contrajo nupcias con la exactriz Meghan Markle.
Esa regla consiste en que primero los pequeños, en un futuro no muy lejano, deberán pedir permiso a su bisabuela la reina Isabel II, actual monarca de toda Inglaterra.
En la línea hacia el trono
Esta norma aplica a los niños Cambridge porque los tres se encuentran en la línea del trono y cuando esto sucede todos deben pedir la autorización de su majestad para casarse.
En la actualidad, el primero en acceder al trono si la reina Isabel II renuncia a su título o fallece es su hijo mayor Carlos de Inglaterra; el segundo en la línea es el príncipe William.
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Luego sigue el siguiente orden: el príncipe George es el tercero en la línea, seguido por la princesa Charlotte, que es cuarta y, luego, el príncipe Louis es el quinto.
Es por eso que los tres pequeños están sujetos a la legislación que se aplica a los miembros mayores de la familia real, y si su posición no cambia cuando alcancen la edad adulta, ellos deberán cumplir la norma, sin excepción.
Legislación de 1772
Según los términos de la Ley de matrimonios reales de 1772, todos los miembros de la realeza que se encuentran en la línea de sucesión a la Corona británica cuando se vayan a casar deben obtener el permiso del Rey o la reina para contraer matrimonio con el fin de conservar sus derechos sucesivamente.
Ya el príncipe William cumplió la regla cuando se casó con Kate Middleton y el matrimonio contó con la total aprobación de la Reina Isabel II. Actualmente, William, de 38 años, es el segundo en la línea de sucesión al trono y su esposa Kate, duquesa de Cambridge, de 38 años, son los futuros jefes de la familia real británica.
Si bien las posiciones de Charlotte y Louis podrían deslizarse aún más en la línea de sucesión, si el príncipe George algún día tuviera hijos, si esto no sucede, todos tendrán que pedir permiso a su Majestad para casarse.