A finales de junio se vio que los hijos menores de Angelina Jolie y Brad Pitt iban con frecuencia a la mansión de su padre en Los Ángeles, que queda muy cerca a la residencia de la actriz y, hasta el mismo Brad, fue visto salir de casa de su ex.
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Se dijo que gracias a las terapias familiares la ex pareja había dejado a un lado sus diferencias para poner como prioridad el bienestar de sus hijos y había un acercamiento cordial. Pero eso no duró mucho. Los conflictos están de vuelta.
La mecha de la polémica se volvió a prender porque la protagonista de Maléfica solicitó la destitución del juez que está llevando su caso, acusándolo de tener trato profesional en otras causas ajenas a este divorcio con el equipo de abogados de Brad Pitt y no haberlo notificado.
«Los individuos más afectados por la táctica transparente de Jolie son los propios hijos de las partes, ya que ontinúan privados de una solución final a estos problemas de custodia», dijeron los abogados de Pitt en respuesta a la presentación de Jolie.
Brad y Angelina pelean la custodia de cinco hijos: Pax, de 16 años; Zahara, 15; Shiloh, 14; y los gemelos Knox y Vivienne, de 12 años, mientras que Maddox, queda fuera del conflicto porque es mayor de edad, tiene 19 años; y cursa estudios en Corea del Sur.
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«Cualquier retraso en estos procedimientos se debe al celoso intento (del equipo de Pitt) de crear una excepción especial no reconocida en beneficio de su cliente», escribió su equipo legal Jolie.
El juicio está programado para octubre y según el diario The Mirror, en los informes del proceso legal se registra que Angelina «amenazó con mudar a sus hijos a Richmond», un sector acomodado en el suroeste de Londres.
Por todo ello, a decir de fuente de Us Weekly, Brad está molesto y dice que «Angelina ha ido demasiado lejos esta vez. No le queda otra opción que atacar y luchar, duro».
