Meghan Markle, en su trayecto por la realeza británica, tuvo tres mascotas, todas caninas: Bogart, Guy y Oz. Pero solo una de ellas ayudó a fortalecer su relación y matrimonio con el príncipe Harry, y más aún ahora que la pareja vive en los Estados Unidos.
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En la actualidad, Meghan y Harry tienen dos perros con ella en Los Ángeles, Guy y Oz, este último un labrador negro que la pareja ya había adoptado. Bogart, lamentablemente, se tuvo que quedar en Canadá en casa de unos amigos de la actriz por no llevársela bien con Harry.
Ahora, una de las tres mascotas tiene un nombre oculto y que hasta hace poco se desconocía. Además, dicho nombre representa un momento especial que Meghan y Harry tuvieron meses antes de casarse.
La mascota ganadora, y preferida del Harry, es el labrador Oz, cuyo nombre verdadero es Pula, con un significado enigmático.
El más querido
En los próximos días saldrá al mercado un nuevo libro autobiográfico de Meghan y Harry, Finding Freedom: una familia real moderna, en el que se detallan algunos aspectos íntimos de la pareja, que incluyen hasta sus mascotas.
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Allí se asegura que el verdadero nombre del labrador Oz no es ese, sino Pula. La palabra significa lluvia, un preciado elemento que se la considera un bien valioso en los países africanos.
El nombre de Pula está relacionado con Botswana (África), lugar que fue clave en la relación y que tiene un sitio especial en el corazón de ambos, sobre todo del príncipe Harry.
El libro revela que el nombre de la mascota preferida de Meghan y Harry lo escogieron con sumo cuidado y porque les recuerda ese lugar mágico que ambos visitaron meses antes de casarse.
En dicho sitio Harry le confesó a Meghan que era el hombre más feliz del mundo al estar a su lado. Esa visita los ayudó a consolidar su matrimonio y prometerse protección mutua hasta la eternidad.
Es por eso que Oz o Pula representa un ser especial que siempre les recordará los momentos mágicos que vivieron Harry y Meghan antes de contraer matrimonio.