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Kim Kardashian sí estuvo a punto de abortar a North y éstas fueron las razones

La empresaria tiene una versión muy distinta a la de su esposo Kanye West

Quedó en la memoria del colectivo estadounidese la imagen de Kanye West llorando ante cientos de personas que fueron a escuchar el primer mitin de su carrera presidencial en Carolina del Sur, donde aseguró que su esposa, Kim Kardashian, quiso abortar a la primera de sus hijos, North West.

Pero ella hace mucho, contó cómo fue ese posible aborto. Mucho antes de todos los conflictos que hoy vive en su matrimonio, y de que su esposo usara sus intimidades en su primer discurso político, ya ella había hablado de su dificultad para ser madre.

En una entrevista concedida en el podcast All’s Fair, de Laura Wasser, la estrella del show de telerrealidad Keeping Up with the Kardashians, explicó cómo fueron sus embarazos.

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Se cae la teoría de West que afirma que ella quería abortar con unas pastillas abortivas. Cuando en realidad ella fue una clínica de fertilidad porque anhelaba tener hijos. Pero le dieron la mala noticia de que casi no tenía óvulos.

Ante ello, sus médicos le aconsejaron dejar de tomarse la píldora anticonceptiva y congelar sus óvulos. Pero para sorpresa de todos, los resultados estaban alterados por el mismo uso de anticonceptivos y un mes después quedó embarazada de North.

Cuando quedó encinta, Kim no había tramitado su divorcio con Kris Humphries.

«Todo era nuevo para mi y estaba muy asustada. Comencé a sangrar y tenía dolor. Fui al hospital y cuando mi médico me hizo la ecografía me dijo que no había latidos. Me explicó que había tenido un aborto espontáneo».

Pero luego comenzó a sentir un leve latido y pudo tener a su primera hija North, pero con un embarazo muy difícil.

Complicaciones

«Tuve preclamsia. Di a luz seis semanas antes. La niña pesó un kilo 800 gramos y me diagnosticaron placenta accreta que es una afección grave por la que me tuvieron que arrancar la placenta con las manos, lo que ocasionó que se formara un agujero en mi útero y provocó que el músculo no volviera acrecer. Pude morir».

Luego se eso, le dijeron que era imposible volver a tener hijos por lo que trato de quedar embarazada durante año y medio a través de la implantación de sus embriones. Finalmente quedó embarazada de Saint, y ese parto fue aún peor.

«Tuve que someterme a cinco cirugías para reconstruir mi útero, y los médicos me indicaron que volver a quedar ambarazada implicaría poder perder la vida. Por eso acudí a la maternidad subrogada. Y así nacieron Chicago y Psalm».

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