Recostado en una cama humilde, en calzocillos, con una gorra medio puesta, y pose de disfrute y desenfado. Así se ve Juan Luis Londoño, en una foto donde tenía unos dos años, y no despertaba ni la menor sospecha de que sería Maluma.
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Ya desde esa edad le sobraba actitud. También se paraba a cantar delante de quien sea y atinaba a golpear el balón de fútbol, intentando meter goles.
Y aunque no sonríe, se ve tranquilo. Lejos de los tormentos que le vendrían en su preadolescencia, específicamemte a los 10 años, cuando vivió una dura época de su vida, por la separación de sus padres.
«Fue un momento de caos muy difícil. No solo me afectó emocionalmente, sino que mi familia también se hundió en una gran crisis económica», declaró el cantante a la revista Caras, a propósito de su documental llamado Maluma: lo que fui, lo que soy, lo que seré, por YouTube Originals
Historia de superación
Pero el cantante no se quedó con los brazos cruzados: «No podíamos quedarnos ahí, en el agujero. La mentalidad de emprendedor llegó a muy corta edad. Compraba dulces, los vendía en mi colegio, y le daba el dinero a mamá para comprar comida en el mercado. Hoy doy gracias a Dios por haber vivido todo eso, porque desde niño me fortalecí».
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Hoy Maluma es una de las figuras más importantes de la música urbana en América, por lo que sus fanáticos de redes sociales esperan ansiosos por cada nueva publicación y la publicació de su niñez generó sorpresa y risas.
El joven de 26 años abrió el baúl de los recuerdos y compartió una antigua fotografía en su cuenta de Instagram para no olvidar de dónde viene y hacia dónde quiere seguir evolucionando con más y más éxitos, porque su vida apenas comienza.