Los seguidores de la reina Letizia querían verla deslumbrar nuevamente en sus atuendos habituales que enamoran. Y desempolvando un vestido negro con lunares blancos que usó en enero pasado, volvió a brillar con su particular elegancia.
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La reina de España se refugió en el escenario que su país está experimentando debido a la pandemia de coronavirus, cambió su estilo y decidió adoptar una apariencia de trabajo con prendas austeras y colores neutros que marcaron su apego a la difícil situación nacional.
Según reseña el portal Explica, las puertas del Zarzuela se abrieron después de más de dos meses de cuarentena y la reina Letizia y su esposo, el rey Felipe VI, recibieron a un grupo de emprendedores sociales y fundadores de nuevas empresas en una conversación agradable.
Aunque volvió a usar un vestido, ella lo hizo bajo el color negro con un escote cruzado y un cinturón ajustable con una cinta delgada de la misma tela, que le da ese toque definido a su cintura delgada, manteniendo las medidas de seguridad, distancia adecuada y con su máscara, frente al grupo de invitados que asistieron a la reunión.
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Una falda ancha a media pierna le dio a Letizia ese aspecto elegante en un diseño de dos tonos que combinó con hermosos zapatos de tacón alto, en consonancia con la temporada de verano.
En cuanto a accesorios, la reina escogió pendientes de diamantes redondos, junto con su inseparable anillo Karen Hallam, un regalo muy especial de sus hijas Leonor y Sofía.