La duquesa de Cambridge y esposa del príncipe William, Kate Middleton, ha tenido de prescindir de parte de su personal de confianza por el auge del coronavirus y para evitar contagios dentro de la familia real. Fuentes cercanas aseguran que su equipo de imagen y estilistas están en el grupo de trabajadores que no pueden entrar en el palacio de Kensington.
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Cabe recordar que el heredero al trono británico, Carlos de Inglaterra, fue positivo en Covid-19 semanas atrás, un contagio del que ya está completamente recuperado, pero que preocupó mucho a su entorno.
Eso explicaría en gran parte el por qué la duquesa ahora muestra un estilo más sencillo y cómodo, que se refleja aún más en su cabellera cuando participa en las videoconferencias.
Muchos expertos apuestan a que la propia Kate decidió tomar las riendas de su imagen y es ella misma quien se arregla durante la cuarentena por el Covid-19.
Ondas gruesas
En sus apariciones más recientes, Kate ha lucido su larga cabellera color avellana suelta, más desenfadada y menos pulida de lo habitual, que a simple vista no parece obra de un profesional.
Pero lo que sí es un hecho, es que el cabello de Kate luce impecable, perfecto y con unas ondas bastante gruesas y un poco diferentes a las que antes lucía en los actos públicos.
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Todo indica que es la propia Kate es la que usa sus propias destrezas para emplear las planchas o tenacillas del pelo y luego se pasa un cepillo para darle más volumen. Ella se inclina por dos estilos ideales para estar en casa trabajando: con la cabellera suelta o semirecogida en sus apariciones.
Ahora, Kate apuesta por peinarse su melena hacia atrás y así dar volumen a la zona delantera de su cabellera con ondas cayendo sobre los hombros. Para los expertos en estilismo, este es el peinado ideal para llevar en todas las videollamadas y resultar ganadora.