A través de redes sociales, la esposa de Eduardo Fuentes, Andree Burgat, reveló que fue víctima de una encerrona en el sector Buenaventura en la ruta 5. De acuerdo con su testimonio, cuatro desconocidos intentaron robarle su vehículo utilizando dos pistolas que calificó como «falsas». «Podría estar muerta», dijo.
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La distancia que dejaron entre el vehículo del que bajaron y el de Burgat, permitieron que esta pudiera escapar del lugar. «Los Carabineros me dijeron que es un auto gris Aveo con cuatro adolescentes arriba que andan ‘jugando’ en el sector Quilicura Chicureo», contó, indicando que «salen a asaltar temprano por el toque de queda».
«Era un auto que frenó encima mío y que dejó un metro libre a su derecha, espacio que mi cerebro vio como posible salida. Golpearon fuerte los vidrios con pistolas pero a pesar de que sonaba terrible, no era ruido de ‘metal'», agregó la esposa de Eduardo Fuentes, señalando que «me gritaron de todo y yo a ellos».
De acuerdo con sus palabras, los sujetos «se asustaron al no ver que me bajaba y que yo parecía un animal encerrado. Iba hablando con mi padre por teléfono quien me ayudó gritando ‘fría, fría, retrocede fuerte’. Lo hice y choqué pero tuve dos metros de distancia».
«Aceleré pidiéndole a mi auto que resistiera el choque a la calzada y hoyo que había. Un delincuente frente a mí me puteaba y mientras yo le gritaba que lo mataría. Saltó al pasto en el segundo preciso (…) La sensación de que te quieren hacer daño y no les importa tu vida. Pienso qué hubiera hecho si voy con Alma y habría hecho lo mismo. No dejaría a mi hija arriba del auto. Y eso de ‘anda con cuidado’ vale nada. Hoy pasa en cualquier lado», cerró, destacando que «hubo un ángel a mi lado».
