Parece un sueño tener la corona de princesa, hermosos vestidos para elegir, y una historia romántica que siempre será captada por los medios. Sin embargo, no todo es glamour y lujo para quienes viven estas vidas.
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Hay reglas, críticas, y un acoso mediático que no es nada agradable. Así lo ha vivido la heredera al trono de Holanda, Catalina. La joven –a pesar de su edad– ha recibido múltiples críticas con respecto a su peso.
Pero ella ha dado lecciones de elegancia, de fortaleza, y de amor propio. La princesa Catalina Amalia de Orange un día reinará Holanda y los Países Bajos. A sus 15 años ha tenido que lidiar ya por varios años las burlas por su apariencia.
La crueldad de la gente han hecho que el apodo de la niña sea «princesa gorda». Desde los 10 años, cuando sus padres el rey Guillermo Alejandro y de la reina Máxima Zorreguieta ascendieron ha llamado la atención.
Catalina es una joven alta, y no cumple con los estereotipos sociales. A sus 13 años ella compartía la chamarra de su madre, y fue atacada porque le quedaba la ropa de los adultos.
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Afortunadamente, la princesa también tiene a sus defensores en holanda que no dudan en saltar por ella. Según la biografía Máxima, una historia real, de los autores Soledad Ferrari, y Gonzalo Alvarez Guerrero; ella sufrió críticas y burlas de su propia familia.
Todo esto lo ha sufrido Catalina con la frente en alto, y con gran elegancia. Ya ha reemplazado a su madre en varios eventos, es una estudiante muy inteligente, y un ídolo de la moda a su corta edad.