A sus 55 años Courteney Cox se reconcilió consigo misma. La famosa Mónica Geller de Friends reconoció no aceptar el paso de los años, por lo que desarrolló una adicción a los tratamientos estéticos que la transformaron en otra persona. Fue un amigo quien la hizo entrar en razón y tratar de remediar lo hecho.
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En una entrevista a la revista People, Cox reconoció su lucha contra sí misma:
“Debes aceptar envejecer y eso es algo que me costó mucho hacer. Intenté mantener el tiempo. No me di cuenta hasta que un día di un paso atrás y dije: ‘Oh, mierda. No me parezco a mí misma”
Antes
Mucho antes de encarnar a Mónica Geller, Courteney Cox debió someterse a cientos de audiciones. En esta ficha se le ve con un look poco habitual: el cabello corto. La juventud era su mejor amiga y su piel de porcelana estaba intacta.
La década de la 90 fue la más afortunada por Courteney Cox y su grupo de “amigos”. Aquí se le ve con el cabello recogido, con el maquillaje habitual por esos años. El rojo de sus labios finos y sombra marrón para contrastar con sus ojos azules.
Cox transitó por la madurez frente a nuestros ojos. En estas fotos, tiene el corte de cabello más recordado de su personaje en la popular serie y su rostro sigue intacto; sin ninguna intervención estética.
Después
Después de Friends, Courteney Cox participó en varias películas sin mayor éxito. Se dedicó a ser mamá y fue entonces cuando empezó su adicción. “Comencé a poner capa tras capa de diferentes procedimientos médicos que mis amigos y amigas me recomendaban”, confesó, en 2017, a la revista New Beauty.
Hace dos años, la actriz tomó la decisión de parar. “Todo va a caer. Estaba tratando de que no se cayera, pero eso me hizo ver falsa. Necesitas movimiento en tu cara, especialmente si tienes la piel delgada como yo”, explicó.
Y luego de esa decisión su rostro cambió de nuevo, así como su percepción sobre la vejez. “Ahora simplemente abrazo quién soy y envejezco con lo que Dios me dio, no con lo que estaba tratando de cambiar. Las cosas con las que no me siento tan cómoda, son cosas en las que sigo trabajando para crecer”.