El Sol no brilló en Los Cabos. Michelle Salas se quedó esperando a su papá, el cantante Luis Miguel, en la exclusiva celebración de su cumpleaños 30. Todo estaba preparado para una fiesta inolvidable, que cerró con un amargo recuerdo.
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Según la revista Cosmopolitan, Michelle Salas sufrió otra decepción por la ausencia de su famoso padre y no pudo ocultar su tristeza con los invitados. Entre los que estaban su mamá, Stephanie Salas; su abuela, Silvia Pasquel, y hermana, Camila Valero.
La fiesta se llevó a cabo el 13 de junio y tuvo como locación un hotel de lujo de Los Cabos, en Baja California Sur. De hecho, la modelo le dedicó un post a quienes “a todos los que hicieron esto posible”; asegurando que fue un «día mágico».
Sin respuesta
Salas reservó durante tres noches un penthouse para Luis Miguel, que nunca llegó y tampoco le dio la cara. El cantante jamás contestó las insistentes llamadas de su hija mayor, según el reporte de varios medios mexicanos.
La joven le escribió y dejó varios mensajes a su papá, conocido como “El Sol”, pero fue inútil. Cosmopolitan afirma que, terminada la reunión, “alguien del equipo del cantante le avisó que Luis Miguel no había podido viajar para estar con ella”.
Emocionada
Michelle Salas habría expresado en sus redes sociales la emoción que sentía por la llegada de su cumple. En su Instagram publicó varios post de los días previos, donde se le ve feliz disfrutando de las playas y hermosos paisajes.
Y el día de su cumple compartió varios momentos especiales de la celebración, a través de las historias, donde bastante animada está junto a sus amigos.